MANUEL AGUILERA,
“Te lo dije”. Es una frase hiriente y dolorosa que tenemos que escuchar cuando la realidad nos golpea de bruces con algo que algún familiar, amigo o discrepante ya nos había advertido.
¿Somos ingenuos los que veíamos en el relajamiento a las sanciones al ‘gobierno’ Maduro una vía para ir socavando su muro de totalitarismo e ir caminando hacia un cambio de régimen? Seguramente. Pero a los que ahora dicen “te lo dije” se les olvida que con la política de sanciones no se obtuvo ningún rédito político para que Venezuela se encamine a una democracia real y que el mayor perjudicado de esa presión no han sido Maduro, Diosdado, Rodríguez y compañía. Quien más ha sufrido la deriva económica con más de la mitad de la población viviendo en la pobreza y la represión justificada por el victimismo de la supuesta agresión yanqui ha sido el pueblo venezolano. Ante la falta de trabajo, la precariedad cuando lo hay con sueldos que no alcanzan y la falta de libertad, la emigración ha sido la vía de escape para los venezolanos.
Más de ocho millones se han marchado del país y de ellos medio millón han llegado a los EEUU, según datos de las Naciones Unidas. Y a los que se frotan las manos con el “te lo dije”, les recomiendo que escuchen lo que le dijo hace unos días la líder opositora María Corina Machado al periodista Andrés Oppenheimer. Esto es lo que puede venir tras el tensionamiento de las relaciones entre EEUU y Venezuela. Dice Machado que “si Maduro no hace las elecciones y por la fuerza nos ataca, eso significa que podemos llegar a ver en pocos meses uno o dos millones de migrantes más”.
La catástrofe humanitaria que se viene supondrá de nuevo un duro golpe al pueblo venezolano y es la propia María Corina la que es consciente que el hecho de que Maduro haya convertido en papel mojado los acuerdos de Barbados. “A nadie le conviene una Venezuela en colapso con un caos total”, le aseguró a Oppenheimer.
Mientras tanto en EEUU los venezolanos han superado a los mexicanos como la nacionalidad con más casos pendientes en los tribunales de inmigración: ahora se acercan a los 500.000. En 2017, apenas había 1.500 venezolanos con casos pendientes en los tribunales.
Así que mientras los más duros e inflexibles sobre la posibilidad de jugar la partida de cartas con Maduro se sienten felices porque tenían razón cuando advertían que el dictador volvería a hacer trampas, los venezolanos siguen sufriendo.
“La migración se va a reducir y se va a acabar el día que los venezolanos sientan que tienen futuro en su país”. Pero eso solo va a ocurrir después que nosotros saquemos a Maduro y a este régimen del poder”. Lo dice María Corina Machado y tiene razón. Se trata de sacar a Maduro del poder. Pero para eso no sabemos lo que funciona pero sí lo que no funciona: las sanciones económicas.