El Tribunal Constitucional de Perú rechazó este jueves una medida cautelar solicitada por el presidente Martín Vizcarra que habría paralizado el juicio de destitución al que será sometido el viernes por el Congreso.
El Tribunal, por cinco votos contra dos, “ha decidido rechazar la medida cautelar planteada por el Ejecutivo”, lo que allana el camino al juicio político que decidirá si es o no destituido, dijo la presidenta de la alta corte, Marianella Ledesma.
Ledesma señaló que los siete magistrados de la corte, cuyos fallos son inapelables, no concedieron la medida cautelar porque “a la luz de las declaraciones de líderes políticos, el riesgo de que suceda la vacancia [del mandatario] se ha debilitado y no hay una urgencia manifiesta”.
Agregó, además, que el tribunal ha decidido admitir a trámite la demanda presentada el lunes por el gobierno para detallar los requisitos para que el Congreso declare la “incapacidad moral” de un presidente. Aclaró que decidir este punto tomará “semanas”.
Vizcarra debe sentarse en el banquillo ante un Congreso controlado por la oposición que aprobó una moción para llevarlo a juicio de destitución por instigar a dos asesoras a mentir en una investigación sobre un cuestionado contrato a un cantante, según unos audios divulgados hace una semana.
En un acelerado proceso que se inició inmediatamente después de hacerse públicos esos audios, Vizcarra corre el riesgo de ser cesado 10 meses antes del fin de su mandato, marcado por recurrentes choques con el parlamento.
El mandatario, que carece de partido y de bancada, había pedido el lunes al tribunal que definiera las causales de la “incapacidad moral” y que suspendiera el juicio político en caso de que necesitara más tiempo para pronunciarse sobre el fondo de su consulta.
Con la decisión adoptada por el Tribunal Constitucional este jueves, Vizcarra o su abogado deberían presentarse este viernes ante el pleno para defenderse antes de que los legisladores voten sobre su destitución.
“Es un complot contra la democracia”, afirmó Vizcarra, un ingeniero provinciano de 57 años con altos niveles de popularidad desde que asumió el poder en 2018 tras la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski, de quien era vicepresidente.
El número dos del gobierno, el primer ministro Walter Martos, aseguró que hay un “golpe de Estado” en curso.
En los sondeos, redes sociales y calles (con cacerolazos), el apoyo a Vizcarra se ha hecho sentir: ocho de cada diez peruanos quieren que siga al frente del Ejecutivo, según encuesta de Ipsos.
La moción recuerda dos iniciativas similares contra su antecesor Kuczynski (2016-2018), que llevaron a la renuncia del ex banquero, también en el marco de enfrentamientos con el Congreso.