lunes, noviembre 25, 2024
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El voto útil

David Ruíz Gualo,

Como ya todos los españoles sabemos, el próximo 23 de julio tenemos una cita con las urnas. Ese día, 23 de julio, por un día, los españoles nos sentimos protagonistas, al ser ese día el elegido por el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, para concurrir a unas elecciones generales y, por ende, los españoles pasamos a ser la principal prioridad de los partidos políticos.

Durante esta campaña habremos escuchado multitud de promesas, desde herencias universales para jóvenes de 18 años hasta la construcción de miles de viviendas públicas, pasando por una ley contra el desperdicio alimentario.

Todo suena muy bien, es más, ¿Quién renunciaría con 18 años a una herencia universal de 20.000 euros?, ¿quién ve mal que se construyan miles de viviendas públicas?, o ¿Quién tira la comida per se?

Promesas que nadie rechazaría, a no ser que fuesen irrealizables, como es el caso de la herencia universal, estuvieran alejadas de la realidad del día a día de los españoles, como es el caso del desperdicio alimentario, o quizá alguien pudiese preguntarse por qué no se han realizado durante el tiempo en el que ha estado al frente del gobierno de España, como es el caso de la construcción de miles de viviendas públicas.

En España, durante estos últimos 44 años el bipartidismo, Partido Socialista Obrero Español y el Partido Popular, nos han acostumbrado a ser rehenes de sus promesas a cambio del “voto útil”. Rehenes hasta el día de la jornada electoral, día a partir del cual pasamos a ser ignorados por aquellos que prometían, o lo que es peor, pasamos a sufrir, en primera persona, las consecuencias de las verdaderas políticas que tenían bajo la manga.

A esa tendencia de prometer, que resulta gratuita para el político, tanto a nivel económico como a nivel de responsabilidad, también se sumó los que comenzaron llamándose Podemos, luego pasaron a llamarse Unidas Podemos, y ahora recogen su testigo Sumar.

Promesas durante 44 años y los españoles no hemos aprendido. No hemos aprendido a que las promesas de los partidos políticos son compromisos que se adquieren con los españoles, y todo compromiso tiene su responsabilidad, que nosotros, los españoles, debemos exigir a nuestros políticos.

El saber que no hay una responsabilidad por parte de los políticos, incluso a nivel personal, es lo que los lleva a continuar realizando las mismas prácticas de “tocomocho”, y desde luego, prácticas que cada vez han ido alejando a los españoles de la política, justo lo que los políticos quieren, que no tomemos el pulso a la política, y por tanto no exijamos responsabilidades, cuando las promesas no se cumplen o cuando esas promesas suponen un perjuicio para los intereses de la nación española. Por eso embarran el terreno de juego y por eso nos hacen ver la parte por el todo, cuando no todos los partidos tienen porque ser igual de corruptos o igual de irresponsables. De ahí que tengamos una alta abstención de españoles -30% aproximadamente- votación tras votación.

Por lo tanto, además las de las herencias universales para jóvenes de 18 años, además de la construcción de miles de viviendas públicas, que nadie se explica por qué no las ha realizado antes, además de sacar una ley para decirnos a los españoles que no debemos tirar la comida, como si los españoles no tuviésemos el criterio propio para aprovechar hasta el último recurso del que disponemos para comer, porque así nos lo han enseñado generaciones pasadas, además de todo eso, hemos tenido que ver como se nos ha prometido y defendido no entrar en la OTAN y posteriormente ser un firme defensor de su entrada. Eso lo hizo el socialista Felipe González, pero no sólo se quedó en hacer justo lo contrario de lo que decía defender, sino que además la OTAN sería presidida por un socialista, como Javier Solana.

La verdad es que el Partido Socialista Obrero Español tiene multitud de ejemplos de promesas incumplidas o de hacer justo lo contrario de lo prometido. Los casos más recientes lo encontramos con esta última legislatura, entre el Partido Socialista Obrero Español y Podemos:

  • De prometer no pactar con Pablo Iglesias porque los españoles no podríamos dormir, a pactar con Pablo Iglesias tras las elecciones, a pesar de que a los españoles nos ha costado mucho dormir con este gobierno socialista comunista.
  • De prometer, hasta 20 veces, no pactar con Bildu, a pactar con Bildu a las primeras de cambio, eso sí, tras las elecciones.
  • De prometer que no habría indultos para los golpistas del 1 de octubre, a indultarnos.
  • De prometer traer de vuelta a Puigdemont y juzgadlo por rebelión, a no juzgadlo por rebelión y además eliminar el delito de sedición.

Por otro lado, tenemos a Podemos, aquellos que llegaron a la política para acabar con “la casta”, pero rápidamente se mimetizaron como buenos comunistas que son, al fin y al cabo, primos hermanos de los socialistas.

Éstos, los Pablos Iglesias, Irene Montero, llegaron prometiendo que ellos nunca se irían de su vivienda en Vallecas, y desde luego nunca ser irían a vivir a un chalet, puesto que vivir en zonas residenciales les alejaría de esa realidad de tener que utilizar el transporte público o pagar un café. La historia ya la conocen, tras las elecciones ya estaban viviendo en su chalet de Galapagar. Y es que del dicho al hecho hay mucho trecho:

  • Pablo Iglesias pasó de criticar a Ana Botella por ser alcaldesa de Madrid gracias a su marido José María Aznar, a poner como condición sine qua non, a Pedro Sánchez, que Irene Montero, la madre de sus hijos, fuese ministro del gobierno de España.
  • Pablo Iglesias pasó de criticar y prometer acabar con los aforamientos de los políticos, a protegerse y servirse de esos aforamientos.
  • Y finalmente tenemos al Partido Popular. Un Partido Popular que en 2011 recibió un cheque en blanco, recibió millones de votos “útiles” para hacer aquello que prometió hacer, como derogar la Ley de Memoria Democrática, la Ley del Aborto, o incluso bajar los impuestos. ¿Y qué fue de ese voto “útil”? Pues que nada de utilidad tuvo para los millones de españoles que depositaron su confianza en su partido, puesto que no sólo no derogo la Ley de Memoria Democrática o la Ley del Aborto, sino que las consolidó. Y no sólo no bajo los impuestos, sino que, además, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, los subió con la justificación de ser temporales, algo que con el paso del tiempo pasó a ser permanente.
  • ¿Tenían motivos para subir impuestos? Posiblemente algunos digan que la situación económica que dejó el socialista José Luis Rodríguez Zapatero era insostenible, cierto por otra parte, y de ahí el cambio de opinión -como ahora se suele decir cuando se miente-. Pero también no es menos cierto, que dicha situación era conocida por todos, y aun así se prometió una bajada de impuestos.

Como vemos, estamos abordando casos concretos previos a elecciones, sin entrar en las promesas del día a día durante la legislatura, que como pueden comprender son muchas y de todos los colores políticos.

Y ahora, llegados a vísperas de unas nuevas elecciones, los españoles volvemos a ser el centro de las miradas de nuestros políticos. Todos dicen ser el “voto útil”, pero ¿qué es el voto útil?

Todos apelan a sus políticas o sus supuestas medidas para sacar a España de la ruina económica y moral en la que la han sumido.

Unos, Partido Socialista Obrero Español y Sumar, apelan a ser ellos el voto útil, pero la verdad es que durante estos últimos 40 años y concretamente durante esta última legislatura, ya hemos visto la utilidad que tiene su voto, es algo contrastable, objetivo, entre otras cosas porque ellos han sido los actores principales.

Otros, el Partido Popular, los que dicen ser la alternativa, no pierden ocasión de atribuirse el voto “útil”, pero la realidad nos dice que cuando han tenido la oportunidad y las manos libres para cambiar las cosas, no han tenido voluntad de hacerlo, es más, han contribuido a consolidar los avances de la izquierda. Y si nos ceñimos a esta campaña electoral, resulta al menos curioso, que se hagan llamar el voto “útil”, cuando el propio candidato del Partido Popular, Alberto Feijoo, manifestó que daría su apoyo al Partido Socialista si éste fuese la lista más votada. Incluso, llego a decir que le pediría que fuese reciproco en caso contrario. Amigo, la pregunta es obligada, ¿qué tiene de “utilidad” apoyarse o dar continuidad al partido y a las políticas que han dejado a España quebrada económicamente y socialmente? La respuesta se responde sola.

¿Y entonces? ¿Existe es el voto “útil”?

Sí, existe. Desde mi humilde opinión, el voto “útil” es aquel que defiende nuestros intereses, los intereses de los españoles, de España en su conjunto, con independencia de si resulta ganador o no el partido al que le otorgue mi voto. Esto no va de ganar, porque ganar puede ser muy fácil, y luego no hacer nada de lo prometido. Esto va de ganar para cambiar las cosas, para representar los intereses de los españoles y, por tanto, los intereses de España. El voto “útil” es aquel que sirve para cambiar políticas que beneficien al conjunto de los españoles, es el voto que sirve para mejorar la vida y el bienestar de los españoles, es aquel que vela por la integridad de España, y todo eso se puede hacer desde un voto que otorgue mayoría absoluta, o desde un voto que de representación suficiente como para conseguir negociar esos cambios. Se trata de un voto de conciencia, se trata de un voto mirándonos a nosotros mismos.

Pero amigos, ese voto no puede ni debe ser una exención de responsabilidad por nuestra parte. No podemos dejar el rumbo de España, el rumbo de una nación, sólo en manos de nuestros políticos. Nosotros los españoles, tenemos que ser parte activa en el devenir de España, siendo nosotros el elemento corrector de aquellas desviaciones en las políticas prometidas por nuestros políticos o de aquellas políticas que supongan un perjuicio a los intereses de nuestra nación. Sí, al igual que todos somos responsables de nuestros actos en nuestra casa, en nuestro trabajo, ¿por qué nuestros políticos no responden de sus irresponsabilidades? Y me refiero, por ejemplo, a aquellas políticas de fronteras abiertas, a leyes como “sólo sí es sí”, o leyes como la aprobadas recientemente en el Parlamento Europeo, también por nuestros políticos españoles, como la ley de “restauración de la naturaleza”.

  • ¿Quién asume la responsabilidad de aquellas agresiones, robos o violaciones derivadas de la inmigración ilegal?
  • ¿Quién responde de aquellas violaciones por sacar a violadores a la calle?
  • ¿Quién es el responsable del cierre de nuestro campo gracias a las leyes climáticas?

Eso es justo lo que tenemos que exigir a nuestros políticos, RESPONSABILIDAD. Y para ello, tenemos que alejarnos de la expresión “la política no me interesa”, porque de la política se decide todo nuestro día a día, se deciden nuestras vidas.

Por todo ello, sólo hay un voto útil, y no es otro que el que vele por intereses de España, que son los intereses de los españoles. Un voto que debemos custodiar y seguir su trazabilidad, para comprobar que lo que se promete y compromete, se cumple. Toda desviación de lo prometido debemos someterla a un ejercicio de responsabilidad.

La confianza y la responsabilidad son valores que deben primar en toda sociedad. COMENCEMOS este próximo 23 de julio.

Fuente: Panam Post

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