Cada vez que en Argentina hay una instancia de primarias, los más metidos e interesados en el mundo de la política suelen evaluar votos estratégicos y rebuscados, incluso por candidatos que no son los de su primera preferencia. Detrás de esto está la idea de ejercer un voto útil, que brinde el escenario más afín en las elecciones definitivas. Aunque se trata de comportamientos marginales, en lo general sin demasiado impacto, siempre es interesante evaluar las implicancias de determinados fenómenos electorales.
Con el panorama argentino actual, y la primaria del peronismo, seguramente muchos electores de orientación izquierdista voten por Juan Grabois en las PASO de agosto. Aunque el joven dirigente social no tenga oportunidades reales, la idea es que el ala dura del kirchnerismo salga fortalecida antes de la candidatura definitiva de Sergio Massa. Ya en octubre, aunque sea testimonial, podrán sufragar por el Frente de Izquierda.
Es decir, la coyuntura actual brinda candidatos afines en distintos espacios políticos, por lo que la idea del voto útil en las primarias de agosto aparece en lugares diversos del espectro ideológico.
Este fenómeno también aparece en el votante de la centro derecha y en el segmento liberal. Como se evidencia en muchas encuestas, incluso hay electores que todavía no se deciden por Patricia Bullrich (que disputará primaria con Horacio Rodríguez Larreta en Juntos por el Cambio) o por Javier Milei (único precandidato de su espacio La Libertad avanza). Es indiscutible que ambos postulantes tienen un segmento afín a conquistar, aunque muchas propuestas, sobre todo en el área económica, difieran profundamente.
Ante la lógica interpretación que Larreta representa una opción profundamente estatista y dirigista, muchas personas que manifiestan intención de votar a Milei en octubre evalúan votar en dos semanas a Bullrich. Como dijimos, la idea es contribuir a quitar del medio a un candidato “antiliberal” de la competencia definitiva, para luego votar por el postulante que más y mejor representa las ideas del liberalismo.
Lo paradójico es que, de materializarse este escenario, el que más saldría perjudicado en vistas a octubre es el candidato libertario.
Aunque las encuestas ofrezcan resultados diferentes a dos semanas de las PASO, todas coinciden en una cuestión: estamos, a grandes rasgos, ante un escenario de tres tercios. El total de Milei, la sumatoria del peronismo y lo que pueden llegar a sacar Bullrich y Larreta. Según publicó el diario Perfil esta mañana, algo que ya comprobamos cada vez que salimos a encuestar en las calles en el PanAm Post, hay votantes de la exministra de Seguridad que, ante la victoria del intendente capitalino en agosto, escogerán a Milei en octubre.
Esto revela que, a pesar de estar más lejos en lo conceptual, al candidato libertario le conviene más enfrentar a Larreta que a Bullrich en octubre. Sin embargo, hay más para analizar que el caudal de votos de la exministra que no irían bajo ningún punto de vista para el intendente capitalino.
Como hay votantes de Bullrich que prefieren a Milei antes que a los demás, también existen seguidores del diputado libertario que prefieren a “la piba” antes que el resto de los precandidatos. Es lógico. Es decir, puede existir una migración en un lado, pero también en el otro.
Si el voto útil contribuye a que Bullrich se imponga a Larreta, y aunque Milei sea el candidato individual más votado, hay otro escenario que podría perjudicar al espacio liberal: que en la sumatoria de los espacios políticos, Juntos por el Cambio termine primero o segundo, con la primaria peronista (votos de Massa y Grabois) muy cerca. Con Milei tercero, aparecerá un nuevo supuesto voto útil en la centro derecha: garantizar la victoria de Bullrich, para no dividir el voto opositor, y hacer que pierda el kirchnerismo.
No hace falta aclarar que cada uno debe votar al candidato que quiera y que todos tienen derecho a hacer el experimento que deseen. Sin embargo, hay que advertir que los que prefieran a Milei, y voten a Bullrich en agosto, podrían perjudicar seriamente al candidato de su primera preferencia. Por lo tanto, lo más lógico parece ser que, los que quieran votar a Bullrich lo hagan por ella y los que simpaticen con Milei lo elijan, no solamente en octubre, sino en agosto. Aunque no se defina nada puertas adentro en La libertad avanza en las PASO, las verdaderas chances de Milei de llegar a la presidencia puede que se definan en las próximas dos semanas.