Preguntado concretamente por las acusaciones del juez Garzón, ahora abogado del presunto testaferro de Nicolás Maduro, Abrams dice a ABC: “La solicitud de extradición de EE.UU. se basa en el estado de derecho y en los compromisos comunes que Cabo Verde y EE.UU. han asumido para combatir el crimen organizado transnacional en virtud de tratados internacionales. Lo que ha sido político es la agresiva campaña de mentiras y desinformación que Saab y el régimen de Maduro han montado en sus medios y en las redes sociales en un intento de influir en el proceso judicial e influir en la opinión pública caboverdiana. A pesar de esta presión política, tenemos fe y confianza en la integridad del sistema judicial de Cabo Verde y esperamos que se haga justicia”.
“A Saab y sus abogados aun le quedan varios recursos antes de que la orden de extradición sea firme”, acota Abrams al portal español. “De momento la estrategia de Garzón ha sido impugnar el proceso por considerarlo ilegal, acusando a EE.UU. de persecución política. Pero según han dicho fuentes gubernamentales norteamericanas, Saab ya está intentando contratar a un abogado de Florida que le represente”.
En EE.UU. Saab se enfrenta a cargos de lavado de dinero, presentados el año pasado. Las autoridades de EE.UU. también investigan su papel en alzamiento de bienes, tráfico de oro y crudo y fraude con la ayuda humanitaria, según reveló ABC la semana pasada.
Según dijeron a este diario fuentes conocedoras de esas pesquisas, “Saab es el arquitecto de una red a gran escala que sirve para generar ganancias ilícitas al régimen de Maduro, a partir del tráfico de oro y el petróleo. Tanto Saab como el régimen de Maduro se han beneficiado de millones de dólares a costa de los venezolanos que no pueden proporcionar alimentos básicos y refugio a sus familias”.
Guerra de estrategias
Esta semana los propios abogados de Saab admitieron que el empresario, a quien el Gobierno de EE.UU. considera testaferro de Maduro, estaba repostando en Cabo Verde cuando fue detenido por una orden de Interpol en una misión como enviado especial del régimen venezolano a Irán para negociar más adquisiciones de combustible, según dijeron sus abogados a la agencia Reuters.
Saab tuvo su primer contrato con el régimen chavista en 2011, al hacerse cargo de la construcción de casas de bajo costo por 685 millones de dólares. A la firma del acuerdo en noviembre de aquel año acudieron los presidentes Juan Manuel Santos y Hugo Chávez, además de Maduro, que por aquel entonces era canciller. Ese contrato le permitió, según la fiscalía norteamericana, entablar toda una operación de lavado de dinero tras obtener una tasa de cambio preferencial del Gobierno de Venezuela.
El nombre de Saab también apareció en los llamados Papeles de Panamá, ya que según esos documentos utilizó los servicios de la firma Mossack Fonseca para establecer empresas opacas.
Fuente: Efecto Cocuyo