El presidente chileno Sebastián Piñera promulgó este lunes 2-M la llamada Ley Gabriela, que amplía los alcances y las penas contra la violencia de género.
También elimina la causal de “arrebato” o emoción violenta como atenuante para los atacantes y establece una pena de entre 15 años de cárcel y cadena perpetua por feminicidio.
En una parte de su discurso el mandatario dijo que “a veces no es solamente la voluntad de los hombres de abusar, sino también la posición de las mujeres de ser abusadas”. Y aunque aclaró sus palabras luego de concluida la ceremonia diciendo que “la posición de nuestro gobierno es tolerancia cero contra todo tipo de violencia o abusos contra mujeres…”, no fue suficiente y se multiplicaron las críticas a sus palabras, que fueron entendidas como que hay casos de abusos en que las culpables son las mujeres.
“Jamás he dicho que la mujer pueda tener responsabilidad. Lo que dije es que muchas mujeres abusadas no pueden denunciar y no reciben protección eficaz y a tiempo”, escribió más tarde Piñera en Twitter.
La ley -que ya había sido aprobada por el Congreso- tomó el nombre de la joven Gabriela Alcaíno, de 17 años, quien en 2018 fue asesinada junto a su madre por un exnovio que no aceptó la ruptura de la pareja.
La nueva norma considera delito contra la mujer “todo aquello que signifique una manifestación de odio, menosprecio, abuso por causa de género”, dijo Piñera. Entre las formas de violencia contra la mujer se consideran la física, psicológica, sexual, económica, institucional, política y laboral.
El mandatario llamó a “todas las mujeres de Chile a denunciar de inmediato cualquier riesgo o cualquier amenaza contra su integridad, contra su vida”.
En 2019 se registraron 45 feminicidios en el país sudamericano, tres más que en 2018.
A la ceremonia asistió el tío de Gabriela, Rodrigo Alcaíno, quien agradeció el trabajo parlamentario en la rápida sanción de la ley. “Es una esperanza de justicia… pero también es urgente la prevención, educación, planificación, para no llegar a los crímenes”.
En Chile varias leyes afectan a las mujeres sólo por su condición. Por ejemplo, las aseguradoras privadas de salud cobran más caras algunas prestaciones y las administradoras de pensiones les reducen el monto de las jubilaciones porque en promedio viven más que los hombres.
Fuente: Panorama