«Que la paz total no se igual a impunidad total», advirtió el expresidente de Colombia, Iván Duque, en una entrevista concedida en octubre a la agencia EFE, a propósito de los acuerdos que impulsa su sucesor, Gustavo Petro, con grupos criminales como el Ejército de Liberación Nacional (ELN), a los que podría sumarse la Segunda Marquetalia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), conformada por guerrilleros que traicionaron lo pactado en La Habana en 2016. Las estadísticas oficiales demuestran que la «paz total» que ha prometido Petro está lejos de ser una realidad.
El secuestro, uno de los delitos que más ha azotado a la sociedad colombiana, se duplicó en enero pasado en comparación con el mismo periodo del año anterior. Y es que de 15 secuestros cometidos en enero de 2022 la cifra se elevó a 30 en enero de 2023, según el más reciente informe «Seguimiento a indicadores de seguridad y resultados operacionales» del Ministerio de Defensa de Colombia, siendo además el registro mensual más alto de los últimos 13 meses, considerando que la mayor incidencia de este delito había sido de 27 casos en agosto y diciembre, ya con Gustavo Petro en el poder.
Repuntan los secuestros en Colombia en primeros meses de Petro
Este ha sido además el enero con más secuestros en Colombia desde 2013, cuando se registraron 34 delitos de este tipo. Vale recordar que 2022 cerró con un total de 222 raptos en el año, cifra que comenzó a elevarse desde junio, cuando la incidencia mensual sobrepasó los 23 casos, mientras que en los meses anteriores no superaban los 15 secuestros por mes, llevando a que el año pasado fuera el de mayor número de secuestros desde 2014, cuando la cifra llegó a 288. Entre 2018 y 2021 el acumulado anual se mantuvo por debajo 176, periodo que coincide con el gobierno de Duque.
La variación en enero de 2023 en comparación con enero de 2022 fue de 100 % tanto en lo que se refiere a secuestro simple como a secuestro extorsivo. En la primera modalidad la cifra pasó de tres a seis casos, mientras que en la segunda el aumento fue de 12 a 24.
Y en febrero no se han detenido los secuestros en Colombia. Fue justamente el Día de San Valentín, justo después de iniciarse el segundo ciclo de diálogos con el ELN en México –luego de una primera fase en Caracas– cuando este grupo narcoguerrillero secuestró al suboficial del Ejército Libey Danilo Bravo en Arauquita, departamento de Arauca. «Sabotean cualquier posibilidad de paz», reprochó Petro ante un hecho que complica el cumplimiento de una de sus principales promesas de campaña.
Seguridad: otra asignatura pendiente para Petro
Otro delito que se incrementó en enero fue el hurto simple, que pasó de 29.544 casos en 2022 a 34.813 en 2023, lo que equivale a un aumento de 18 %. También registró un alza el hurto a residencias, en este caso de 14 %, al pasar de 2.503 denuncias en 2022 a 2.852 en 2023. Pero en el hurto a personas se observó una subida mayor, en términos porcentuales de 26 %, al trepar de 23.673 a 29.774. En lo que se refiere a homicidios se registró una leve disminución de 6 %, al bajar de 1.195 asesinatos a 1.125.
Los números en materia de seguridad en Colombia se ubican muy lejos de la prometida «paz total» de Gustavo Petro, sobre todo en lo que se refiere a secuestros. Mientras tanto, el Gobierno insiste en estériles diálogos con los grupos criminales y hasta contempla la posibilidad de otorgar estatus político a los «disidentes» de la Segunda Marquetalia que retomaron las armas y volvieron a la clandestinidad para seguir delinquiendo luego de haberse sometido al Acuerdo de La Habana.