WASHINGTON — Joe Biden ha utilizado el permiso condicional humanitario para inmigrantes más que cualquier otro presidente de Estados Unidos con el fin de eludir a un Congreso, lo que ha sido considerado un abuso por parte de los republicanos.
El permiso humanitario le permite a los migrantes ingresar a Estados Unidos de manera legal y de forma temporal. «Se otorga a un ciudadano extranjero (que de otro modo sería inadmisible) para ingresar temporalmente a los Estados Unidos debido a una razón humanitaria urgente y de emergencia o un beneficio público significativo», dice en su página web el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS).
Pero el parole humanitario enfrenta críticas desde el principio, por lo menos, más de 20 estados lo consideran un «sistema de inmigración clandestino».
El poder presidencial ha sido una pieza central de la estrategia de Biden para canalizar a los inmigrantes a través de nuevas y ampliadas vías legales con el supuesto propósito de desalentar los cruces ilegales. Pero las medidas adoptadas por Biden no han tenido efectos, miles siguen llegando a diario a la frontera.
Biden concedió al menos un millón de visitas temporales a Estados Unidos, las cuales suelen incluir elegibilidad para poder trabajar. En su campaña para regresar a la Casa Blanca, el expresidente Donald Trump dijo que pondría fin al “indignante abuso de los permisos humanitarios”.
El permiso humanitario —creado en virtud de una ley de 1952— le permite al presidente admitir a personas “exclusivamente caso por caso por motivos humanitarios urgentes o beneficio significativo para la población”. Desde entonces ha sido ordenado en 126 ocasiones por cada presidente, con la excepción de Trump, según David Bier del Instituto Catón, un organismo partidario de la inmigración.
El presidente Biden es señalado de abusar de esa herramienta destinada para personas en situación de crisis. La administración demócrata defiende el parole humanitario, argumentando que ha contribuido a la reducción de detenciones en la frontera y ha desincentivado rutas migratorias peligrosas. Sin embargo, los registros de la Oficina de Aduana y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), revelan un aumento en la inmigración sin precedentes en EEUU con aproximadamente 9.2 millones de encuentros desde que Biden llegó a la Casa Blanca en enero de 2021, una cifra sin precedentes.
El senador Marco Rubio expresó recientemente sus preocupaciones sobre el abuso del sistema debido a la gran afluencia de personas. Argumentó que, si bien están dispuestos a ayudar a aquellos que ya se encuentran en el país, no pueden permitir que un elevado número de personas llegue a la frontera de Estados Unidos sin un proceso ordenado. Según el senador republicano por Florida, esto no es sostenible y podría incentivar una migración descontrolada.
El tema de la inmigración ilegal se ha convertido en un tema clave a ocho meses de las elecciones presidenciales. Ambos potenciales candidatos Joe Biden y Donald Trump visitaron recientemente la frontera sur debido a la crisis que se ha generado en el país, lo que indica la importancia que tiene el tema.
Las encuestas indican que los estadounidenses ubican como el principal problema que afecta el país es la inmigración ilegal, esto según el último sondeo realizado por Cid Gallup en febrero.
La inmigración no figuraba como el tema principal entre los estadounidenses desde julio de 2019 en la encuesta mensual realizada por Gallup, pero la situación cambió debido a la ola migratoria que está causando crisis en las grandes ciudades ante la falta de albergues para los miles de inmigrantes y la carga que eso representa para los contribuyentes.
El caso del parole humanitario se debate en Corte y está pendiente de una resolución. Pero también en el plano político tendrá efectos de cara a los comicios. Biden, que ha sido permisivo con la migración, hoy busca alternativas para frenarla porque busca la reelección.