Mara Tekach tiene el paso ágil, la astucia de una diplomática de carrera para salir de una pregunta incómoda y un leve acento argentino que delata sus años de trabajo en América Latina.
Desde agosto de 2018 es la encargada de negocios de Estados Unidos en Cuba y le ha tocado lidiar con el enfriamiento de las relaciones bilaterales tras años de deshielo con el expresidente Barack Obama. Es blanco de ataques frecuentes por parte de la prensa oficial y el gobierno cubano, que la acusan de injerencia en los asuntos internos de la isla.
“El pueblo cubano tiene mucho miedo. A nosotros nos toca ayudar y escuchar a la gente todo lo que se pueda”, aseveró en una entrevista este jueves en la redacción de el Nuevo Herald, en Doral, donde negó que intervenga en los asuntos internos del país o que financie a la oposición.
“Nosotros estamos muy unidos con el corazón y la visión del pueblo cubano. Mi equipo tiene un espíritu muy fuerte y transparente para sumarse al trabajo que hacemos, que hoy es necesario y urgente”, dijo.
Tekach, que habla fluido español, ruso, francés y algo de creole, dijo que su principal misión en La Habana es escuchar a la gente común y corriente. “A lo que aspira el pueblo cubano es a algo muy diferente de las dificultades que tienen ahora”, aseguró.
Como principal representante de Estados Unidos en La Habana mantiene una agenda activa que la ha llevado a encontrarse con opositores, artistas, campesinos, periodistas independientes, activistas y representantes de toda la sociedad civil.
En su visita a Miami la funcionaria aprovechó para visitar a Xiomara Cruz, una Dama de Blanco que se encuentra hospitalizada en esta ciudad tras salir de la cárcel en Cuba por motivos políticos. La diplomática también ha hablado crudamente sobre los presos políticos en la isla y ha pedido el cese de la persecución contra el periodismo independiente.
“La embajada de los Estados Unidos en La Habana está abierta y está funcionando con todos los servicios para los ciudadanos norteamericanos. Estamos impulsando el tema de los derechos humanos en Cuba que es nuestra prioridad”, dijo.
Tras los misteriosos incidentes de salud que involucraron a varias decenas de diplomáticos norteamericanos y canadienses en La Habana, el Departamento de Estado redujo en 2017 en un 60 por ciento el personal diplomático en la embajada, inaugurada en 2015. Esta decisión dejó a decenas de miles de familias cubanas en un limbo, tras años de paralización del Programa Cubano de Reunificación Familiar.
“Es una preocupación que estamos vigilando todo el tiempo pero no tenemos el personal para cubrir ese trabajo. No estamos en condiciones de procesar estas solicitudes de visa. Hay otros lugares donde pueden ir para tratar de completar estos procesos”, dijo sobre el tema.
Tekach aclaró que para temas de emergencia, como visados humanitarios, su oficina está disponible, pero en casos de entrevistas para visas de inmigrante, los cubanos deben viajar a Guyana. Para solicitar un visado turístico, ahora reducido a una sola entrada por tres meses, también deben salir a un tercer país.
Estados Unidos ha incumplido su acuerdo con Cuba de entregar 20,000 visas anuales para evitar la inmigración indocumentada según muestran las estadísticas del Departamento de Estado. El gobierno cubano ha dicho que su contraparte estadounidense entorpece la unidad de la familia cubana.
El actual Presidente Donald Trump ha incrementado drásticamente las sanciones al gobierno de Cuba, al que acusa de respaldar militarmente al régimen de Nicolás Maduro, el principal socio comercial de la isla. La administración impuso restricciones a los viajes, canceló los cruceros, suspendió vuelos y activó el título III de la Ley Helms Burton, que permite las demandas a las empresas que operen con propiedades decomisadas por Cuba.
Tekach dice que mantiene una relación profesional con los diplomáticos cubanos. “Hablamos, nos reunimos, nos vemos… es lo mismo que era cuando yo llegué a la isla”, explicó.
Una preocupación de la comunidad cubanoamericana en el sur de la Florida ha sido cómo obtienen visado de turismo algunos artistas y políticos afines al gobierno cubano, a lo que Tekach respondió que se trata de “una cuestión delicada”.
En Miami grupos del exilio han realizado manifestaciones contra la visita de artistas cercanos al gobierno e incluso se ha censurado la participación de otros que no toman una posición de confrontación. Las autoridades locales pidieron a la Administración eliminar el intercambio cultural y prohibieron entregar fondos estatales para este tipo de intercambio.
“Lo más importante es que los artistas deben ser libres de expresar lo que deseen. Tener acceso a esas libertades crea un arte más cálido, más alto que cualquier otra cosa, más inspirador. Lo que he visto en mis interacciones con artistas y escritores cubanos es que no pueden ejercer o hacer un performance sin que haya arrestos o acoso. Esto pasa todo el tiempo”, dijo.
Tekach dijo que el gobierno cubano “ha politizado la cultura”.
“El Decreto 349 está funcionando y no genera un clima de libre expresión para los artistas. La gente se ha expresado aquí en Florida sobre el tema y hay que escucharlos”, agregó
Fuente: El Nuevo Herald