En esas dos obras –pictórica la primera y filosófica la segunda– se describe el mundo de hoy tal como la ONU nos lo propone. Ambas son, grosso modo, de la misma época: segunda mitad del siglo XV, primeros años del siguiente… Sabemos que el Elogio de la locura, de Erasmo de Rotterdam, apareció en 1505; la fecha en la que El Bosco pintó su famoso tríptico es incierta, pero encaja en ese período.
Mi único propósito (…) es el de descargar por enésima vez un aldabonazo de atención al delirio genocida de esas dos hojas de ruta
Analizarlas con detalle en busca de sus semejanzas con la Agenda 2030 (y no digamos si extendemos el paralelismo a la 2050) es tarea de imposible realización en el estrecho ámbito de una columna de prensa. Hágalo el lector, si dispone del tiempo y la voluntad necesaria para ello.
Mi único propósito al escribirla es el de descargar por enésima vez un aldabonazo de atención al delirio genocida de esas dos hojas de ruta respectivamente elaboradas por el organismo globalizador que pretende dirigir el mundo, aunque gracias a Dios y a la cláusula de derecho al veto no lo consigue, y por ese Gobierno Frankenstein y Drácula asentado en la Moncloa que supone para España algo similar a lo que supuso en su día el caballo de Atila para el Imperio Romano.
Las culturas tienen que ser homogéneas, como las costumbres y los valores morales de los países en los que se asientan, aunque su genius loci (el terroir de los franceses, el terruño de los españoles) pueda ser moderadamente permeable a las ideas y los usos procedentes de otros ámbitos y otras voces. El multiculturalismo canónico e invasivo que hoy impera en el decrépito mundo occidental es aculturación, es transculturación, es mestizaje… O sea: es algo parecido a lo que en lo concerniente a las ciencias naturales, la biología y la cosmología es la segunda ley de la termodinámica. Reducción al polvo, putrefacción, necrosis, alimento para los gusanos.
Este mundo está agusanado por la inquisición, digo corrección política, la renuncia a los principios del Derecho Natural, la voladura controlada de las fronteras, el ideario (es un decir) woke y los balbuceos seniles de los progres
Excelente metáfora lo último para definir el actual statu quo de Estados Desunidos, de la Unión Europea y de casi todos los gajos de la Iberosfera. Este mundo está agusanado por la inquisición, digo corrección política, la renuncia a los principios del Derecho Natural, la voladura controlada de las fronteras, el ideario (es un decir) woke, los balbuceos seniles de los progres, la eliminación del dinero, del patrimonio, de las relaciones sexuales, de la propiedad privada, del libre albedrío, de la gramática, de la movilidad, de ese último baluarte del individuo que es la familia y, en definitiva, de la sensatez, fruto de la racionalidad que condujo a la metamorfosis del primate en homo sapiens.
¿No es todo eso, y mucho más, exactamente lo que nos proponen, aggiornando a Lenin, a Stalin, a Hitler, a Mao y a Pol Pot, entre tantos otros, las agendas mencionadas? Y Harari es su más reciente profeta.
La humanidad está en la encrucijada del sendero borgesiano de dos caminos que se bifurcan
Ande, repásenlas… Están a su alcance en Google y en otros lugares parecidos. Si ustedes son mujeres, se les pondrá la carne de gallina; si varones, los huevos de corbata. Y a los unos y las otras, y a mí también, los pelos de punta.
La humanidad está en la encrucijada del sendero borgesiano de dos caminos que se bifurcan: uno, el de la ONU y su Agenda, conduce a la extinción; el otro, el de quienes se oponen al globalismo y al multiculturalismo, abre una brecha de esperanza en el futuro.
Elijan.
Autor: Fernando Sánchez Dragó