SONIA SCHOTT,
Puede que todavía esté muy por detrás del expresidente Donald Trump, pero la republicana Nikki Haley ha tenido unas buenas semanas obteniendo altos puntajes de popularidad en algunos estados clave.
La exgobernadora de Carolina del Sur se está encaminando, lenta pero segura, hacia el segundo lugar en la carrera por la nominación presidencial republicana, desplazando a Ron DeSantis, gobernador de Florida, quien en algún momento fue el favorito en las preferencias.
Es cierto que, decir que se está de segunda en la carrera, es una victoria vacía porque al final no se avizora todavía el premio y Trump aún sigue llevando la delantera y cosechando valiosos apoyos partidistas.
Por otro lado, es poco probable que ella quisiera ser su compañera de fórmula para la vicepresidencia, incluso si él se lo ofreciera, aunque en política nunca se descartan posibilidades.
Sin embargo, para Haley y el resto de los candidatos republicanos, que compiten con Trump, hay una serie de factores interesantes que hacen que valga la pena seguir luchando.
En primer lugar, y lo más importante, es que Trump se enfrenta a juicios que tendrán lugar antes de que se decida su nominación en julio. Es posible que lo condenen por un delito federal que conlleve a una pena de prisión y a menos que se suspenda, el exmandatario, tendría que continuar su campaña desde una celda.
El segundo factor es que Trump se está volviendo cada vez más vengativo en sus discursos de campaña. En mítines y entrevistas televisivas, ha amenazado con tomar revancha contra sus oponentes, especialmente aquellos que han sido responsables de sus frecuentes comparecencias ante los tribunales.
Las amenazas, no parecen apropiadas para una figura política que quiere liderar democráticamente y dentro de la Constitución.
Las intimidaciones verbales seguramente resuenan entre sus partidarios más devotos, pero el votante republicano promedio, podría desanimarse por ese lenguaje.
El tercer factor es que, Trump ha sido acusado de intentar interferir en las elecciones de 2020, incluida la conspiración para defraudar a Estados Unidos, lo que ha tocado el corazón mismo de la democracia en la nación, como han acotado muchos expertos en Washington.
Los cargos por sí solos podrían hacer que los votantes duden de si Trump es el hombre adecuado para la Casa Blanca, aunque ha acusado repetidamente al presidente Joe Biden de participar en una cacería de brujas política contra él, una acusación que invariablemente provoca fuertes aplausos de sus seguidores.
En todo caso, el candidato que consiga el segundo lugar en la carrera republicana sentirá que tiene una posibilidad razonable de ganar la nominación si Trump encuentra su camino bloqueado por los tribunales.
Con el exvicepresidente, Mike Pence, el senador de Carolina del Sur, Tom Scott abandonando la carrera y la campaña de Ron DeSantis tambaleándose, las posibilidades de Haley de ganar la nominación han mejorado significativamente.
Sólo Trump se interpone en su camino. Por supuesto, está muy por delante en las encuestas y cuando faltan ocho meses para que se seleccione al candidato, todo indica que ganará, pase lo que pase en los tribunales.
Pero Haley cada vez más parece una alternativa genuina, y si la edad se convierte en un factor importante en las elecciones de 2024, ella, con sólo 51 años, será una de las principales beneficiadas. Trump cumplirá 78 años antes del proceso de nominación en julio del próximo año. El presidente Biden cumplió 81 años el 20 de noviembre.
Haley ha tenido un buen desempeño en los debates televisivos republicanos y ciertamente parece tener impulso político y recaudación de fondos importante detrás de ella.
Todo depende de lo que le pase a Trump.
Por ahora, la gran apuesta está en una repetición de las elecciones de 2020, en las que Trump se enfrente a Biden, pero a menos que suceda algo que detenga su campaña, se espera que Haley continúe su lucha mientras que algunos de los otros candidatos republicanos seguirán a Pence y Scott abandonando la carrera.
Como exembajadora ante las Naciones Unidas durante la administración Trump, tendrá que demostrar que ideas tiene sobre cómo poner fin a las actuales guerras en Ucrania y Gaza.
Trump ha afirmado que podría poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania en su primer día en el cargo. Sabemos cuál es la estrategia de Biden: respaldar a Ucrania durante el tiempo que sea necesario.
¿Y qué propondría Haley?