Donald J Trump,
Esta semana estaré visitando nuestra frontera sur, abierta de par en par, para presenciar la aniquilación de la soberanía estadounidense que se lleva a cabo por orden de Joe Biden. En un viaje de último minuto, Biden me persigue hasta la frontera, sin duda desesperado por eludir la culpa por la catástrofe que ha causado. Pero no se dejen engañar. La abolición de las fronteras de Estados Unidos es la política de Joe Biden. La migración masiva de decenas de millones de extranjeros ilegales a los Estados Unidos es el plan de Joe Biden. Esta es la invasión de Joe Biden.
Al dejar el cargo, le entregamos a Joe Biden la frontera más segura en la historia de Estados Unidos. Terminamos con la captura y liberación. Construimos cientos de millas de muro fronterizo. Implementamos Permanecer en México, Acuerdos de Tercer País Seguro con naciones centroamericanas, una prohibición de asilo, el Título 42 y deportaciones rápidas. Mientras yo era presidente, cuando los extranjeros ilegales cruzaban nuestra frontera, eran capturados, detenidos y deportados. Por eso la inmigración ilegal estaba en mínimos históricos.
Cuando Joe Biden asumió el cargo, deliberadamente y a propósito eliminó todas las políticas fronterizas fuertes que puse en práctica y lanzó la invasión fronteriza más grande en la historia del mundo.
Biden detuvo la construcción del muro. Ordenó la suspensión inmediata de las expulsiones, incluyendo a los miembros de pandillas. Destruyó Permanecer en México. Rescindió mis acuerdos de asilo. Puso fin al Título 42. Ató las manos a la espalda de nuestros agentes de ICE y de la Patrulla Fronteriza. Le hizo saber al mundo entero que, si violaban ilegalmente nuestra frontera, no serían enviados de regreso a casa, sino que serían liberados dentro de los Estados Unidos.
El primer proyecto de ley que Joe Biden envió al Congreso fue un proyecto de ley para convertir a los extranjeros ilegales en ciudadanos votantes. En lugar de enviar a inmigrantes extranjeros ilegales de regreso a través de la frontera, comenzó a enviarlos a ciudades de todos los Estados Unidos en avión, tren y autobús para reasentarlos en esas comunidades. Y luego comenzó a emitir permisos de trabajo a millones de extranjeros ilegales, permitiéndoles robar empleos estadounidenses y competir injustamente contra los trabajadores americanos.
Como resultado directo de estas políticas, un mínimo de nueve millones de extranjeros ilegales se han infiltrado a través de nuestra frontera en sólo tres años, y la cifra real seguramente es mucho mayor. Un gran número son hombres en edad de combatir, procedentes incluso de China, el Congo, Yemen, Somalia, Irán y muchos otros países.
En resumen, Joe Biden entregó a propósito nuestra frontera a los cárteles, los traficantes de niños, los traficantes de personas y los criminales más peligrosos del planeta, con el fin de importar una población extranjera masiva y ponerlos en el camino de convertirse en ciudadanos votantes: el costo, que la seguridad pública, la seguridad nacional y programas como la Seguridad Social, Medicare y Medicaid se vayan al infierno.
Ahora, nuestras comunidades están cediendo ante la afluencia de ilegales y nuestro país está siendo invadido por la delincuencia migratoria de Biden. En Chicago, los arrestos de inmigrantes venezolanos son, en los últimos tres años, ciento diez veces más de lo que eran antes. 24.000 reclusos en prisiones federales son ciudadanos extranjeros. El año pasado, casi la mitad de todos los arrestos de ICE fueron extranjeros criminales acusados de más de 33.000 asaltos, 3.000 robos con violencia, 6.900 robos, 7.500 delitos con armas de fuego, 4.300 delitos sexuales, 1.600 secuestros y 1.700 homicidios y asesinatos.
Recientemente, en la ciudad de Nueva York, una horda de delincuentes extranjeros ilegales acosó y golpeó brutalmente a agentes de la policía de Nueva York. En Michigan, bandas de inmigrantes acechan casas suburbanas y las saquean en busca de objetos de valor. Y en Georgia, la semana pasada, Laken Riley, estudiante de enfermería de 22 años, fue salvajemente atacada y asesinada en el campus de la Universidad de Georgia. Un migrante ilegal que Joe Biden liberó en nuestro país fue acusado de su asesinato.
Joe Biden está tratando absurdamente de culparnos a mí y a los Republicanos del Congreso por el desastre de seguridad nacional y pública que él creó. Biden alega que los Republicanos están en la obligación de aprobar una legislación para que él asegure la frontera, pero la legislación que está impulsando no es un proyecto de ley de seguridad fronteriza; es un proyecto de ley de amnistía masiva. Le daría a la administración Biden autoridad prácticamente ilimitada para otorgar asilo a millones de inmigrantes de Biden y, por lo tanto, los colocaría en un camino prácticamente automático hacia la ciudadanía.
Joe Biden no necesita un proyecto de ley para resolver el problema en la frontera. Estados Unidos necesita despedir a Joe Biden para resolver el problema en la frontera.
Él creó esta catástrofe sin legislación y, en cualquier momento de los últimos tres años, podría haber cerrado la frontera y acabado con la invasión cuando hubiera querido.
Cuando sea reelegido, desde el Primer Día sellaré la frontera y pondré fin a la invasión. Y comenzaremos el proceso de expulsión de nuestro país de los extranjeros ilegales de Joe Biden. Los inmigrantes no tenían derecho a venir aquí, no tienen derecho a quedarse aquí y no hay ninguna razón por la que no se les pueda decir que deben regresar a casa inmediatamente.
Al asumir el cargo, restableceré todas las políticas fronterizas estrictas que tenía antes, e impondré duras medidas adicionales para mantener alejados a los pandilleros, traficantes de personas, sádicos y matones.
Finalmente, aprovecharé todas las herramientas, recursos y autoridades a mi alcance para comenzar la operación de deportación nacional más grande en la historia de Estados Unidos. Esto es sólo sentido común.
Los estadounidenses no deberían caer en las mentiras fronterizas de Biden. Ha traicionado su confianza y, con su aniquilación de nuestras fronteras, ha traicionado a nuestro país. El primer paso hacia la seguridad fronteriza es sacar a Biden del cargo este próximo mes de noviembre.
Donald J. Trump fue el 45º presidente de los Estados Unidos.