La Primera Guerra Global provocada por la invasión de Rusia a Ucrania circunscribe las operaciones militares a estos dos países pero no excluye del enfrentamiento a ningún estado porque revela el eje de confrontación de dictadura contra democracia. Luego de un año de guerra, militarmente son notables tanto el fracaso de Rusia como el desempeño de Ucrania, pero los efectos globales tienden a mostrar que quien está ganando es China.
Rusia ha quedado atrapada en una guerra larga, sufre el desgaste militar, de política interna y las sanciones internacionales. Ucrania es el campo de batalla y como víctima de la agresión sufre muerte, devastación, crímenes de guerra, movilización interna a internacional de refugiados, daño ecológico y la inseguridad de depender de la ayuda internacional para continuar resistiendo.
La guerra es global porque ningún estado es imparcial y todos participan en uno de los dos bloques de democracias o dictaduras. Todos sufren el incremento de los precios de energía con aumento en los precios de petróleo, gas y carbón, alza de precio de alimentos, la suspensión de provisión de bienes y servicios, el entorpecimiento de la cadena de suministros y la inflación.
El Banco Mundial ha informado que la invasión de Rusia a Ucrania “impide la recuperación económica posterior a la pandemia en los países emergentes….”. Además de los precios de energía y alimentos, en Latinoamérica, “la guerra ha afectado la disponibilidad de fertilizantes” porque Rusia y Ucrania son proveedores.
Por la invasión, muchas empresas de occidente se han retirado de Rusia de diversas formas. Starbucks interrumpió operaciones en Marzo de 2022 y en Mayo tomó la “decisión de salir y no tener más presencia de marca en el mercado”; McDonald’s, luego de más de 30 años de operación anunció en Mayo de 2022 que vendía su negocio en Rusia. Burger King retiró el apoyo corporativo a los negocios.
Han abandonado operaciones, suspendido ventas y vendido activos Coca Cola, Heineken, PepsiCo y otras marcas de bebidas. Nestlé anunció la suspensión de inversiones. IBM e Intel anunciaron la suspensión de negocios en Rusia, la división de la Nube de Amazon detuvo nuevas inscripciones, Microsoft suspendió todas la ventas nuevas de productos y servicios en Rusia avisando que “continuaría contribuyendo a la ciberseguridad de Ucrania”.
La automotriz Renault decidió vender sus negocios en Rusia incluida su participación en la marca Lada. Ford con el 50% en Ford Sollers decidió la suspensión de operaciones en Rusia. Toyota, Volkswagen y Nissan anunciaron que dejaban de fabricar autos en Rusia y suspendieron las exportaciones a ese mercado. Boeing y Airbus suspendieron el apoyo a aerolíneas rusas.
British Petroleum, Equinor, Shell y la minera Rio Tinto anunciaron la venta de sus participaciones, el abandono de sociedades mixtas, la supresión de inversiones y/o el retiro de negocios. H&M con 168 tiendas en Rusia suspendió actividades, Ikea cerró sus tiendas, Procter & Gamble redujo su cartera de productos, Unilever suspendió importaciones e inversiones. Moody’s, Goldman Sachs, JP Morgan Chase y otras instituciones bancarias y financieras suspendieron operaciones, retiraron y/o cerraron negocios.
La larga lista de empresas y operaciones vendidas, cerradas, retiradas y cesadas en Rusia han dejado el mercado para China, que por efecto de la guerra tiene abierta Rusia y la oportunidad de tomar los espacios de mercado en las Américas y el mundo a los que Rusia no puede seguir vendiendo.
China es el principal soporte económico de Rusia en el último año para mitigar las sanciones por la invasión a Ucrania. China está comprando energía a Rusia, está sustituyendo a los proveedores occidentales y buscando reemplazar al dólar americano con el yuan.
China ha comprado 45% más de petróleo, 54% más de carbón y 155% más de gas a Rusia el 2022 que el año anterior. El comercio entre China y Rusia se ha incrementado más de 30% hasta US$ 190.000 millones. Los automóviles chinos han aumentado su participación en el mercado ruso del 10% al 38%. Los teléfonos inteligentes chinos tenían el 40% del mercado ruso y ahora controlan el 95%. La moneda china, el Yuan, tenía menos del 1% de participación en el mercado ruso de divisas en enero de 2022 y ahora tiene casi el 50%. Rusia es hoy el tercer centro “comercial extraterritorial” del mundo para el yuan según datos del SWIFT.
En la reciente visita del Jefe de la Diplomacia China a Moscú el presidente ruso Vladimir Putin declaró que las relaciones con China “están alcanzando nuevos horizontes y son fundamentales para estabilizar el orden mundial”. Sin embargo todo muestra que por la invasión a Ucrania, Putin está subordinando Rusia a China que hasta aquí es quien gana la guerra porque ha tomado el mercado y la economía rusas.