Hugo Marcelo Balderrama,
Entre la comunidad hispana radicada en Norteamérica es muy común escuchar la frase: «Estados Unidos es una gran nación gracias a los inmigrantes». Sin embargo, eso es una verdad a medias, ya que falta completar esa frase con una pregunta: ¿Por qué gente de todos los colores de piel migró y migra a Estados Unidos?
Porque los Padres Fundadores de esa hermosa tierra tenían claro una cosa: Para vivir en libertad y prosperidad se tiene que limitar el poder del Estado. Por eso, la constitución de los Estados Unidos es corta y, especialmente, hace énfasis en salvaguardar las libertades religiosas, políticas y económicas de los ciudadanos estadounidenses. Entonces, la grandeza de Estados Unidos no se debe a la migración, sino a sus marcos institucionales que la convierten en la tierra de la libertad.
La mayoría de los inmigrantes lo comprenden, aman The american way of life. Penosamente, los últimos decenios las cosas cambiaron, ya que estados fronterizos con México como Texas, California y Arizona han visto crecer, exponencialmente, la migración ilegal y los crímenes violentos.
Por su parte, la administración Biden–Harris aplicó un programa conocido como Libertad Condicional Humanitaria. En realidad, se trató de la importación masiva de 50000 ilegales (cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos) como parte de la campaña presidencial de Kamala.
Al respecto, Todd Bensman, subdirector de El Centro de Estudios de Inmigración, en su artículo: Biden y Harris traen a los migrantes en avión bajo el pretexto del «humanitarismo», afirma que:
El Centro de Estudios de Inmigración ha revelado, a través de un extenso estudio, otro fraude absolutamente atroz que esta administración ha perpetrado contra el pueblo estadounidense: Esos cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos supuestamente rescatados por «razones humanitarias urgentes», como la administración lo vendió al pueblo estadounidense, están volando a los Estados Unidos con el único fin de ser usados como votantes en las próximas elecciones.
Note la estrategia del fraude: primero lleno las ciudades norteamericanas de ilegales. Luego les permito votar. Finalmente, usando el mentiroso argumento de «racismo», descalifico a quienes, simplemente, piden que se cumpla la ley. Con el agravante que todo eso es financiado con los impuestos de los contribuyentes.
Empero, acá toca analizar otro detalle: La relación muy cercana entre el partido Demócrata y los dictadores del Socialismo del Siglo XXI.
David Adler, presidente de la Internacional Progresista y hombre cercano al partido Demócrata, el 2023, participó en la IX Cumbre del Grupo de Puebla y, ese mismo año, incorporó a su organización a Mónica Valente, secretaria ejecutiva del Foro de Sao Paulo. Esa es una de las razones que explican el apoyo que Evo Morales recibió de Bernie Sanders y otros demócratas el 2019
¿Todo lo anterior significa que estoy en contra de la migración?
No. De hecho, creo firmemente que los humanos debemos ser libres de mudarnos de país por razones políticas, religiosas, económicas y personales. No obstante, la migración es una cosa, y la invasión otra. Lastimosamente, los Estados Unidos está sufriendo la segunda. Es una nación bajo asedio por las dictaduras socialistas del sur y sus aliados demócratas.