Los precandidatos, ya convertidos en candidatos, que superaron el piso de las PASO del 1,5% para competir en octubre son Javier Milei, Patricia Bullrich, Sergio Massa, Juan Schiaretti y Myriam Bregman. Milei y Schiaretti eran los únicos competidores de sus espacios. En sus respectivas primarias, Bullrich se impuso ante Larreta, Massa le ganó a Grabois y Bregman superó a Solano en la interna del Frente de Izquierda. En el camino quedaron 10 frentes políticos, que aunque cobraron una fortuna para la impresión de boletas, no llegaron al mínimo establecido para competir en la primera vuelta de octubre.
El más conocido de los políticos que no llegaron al 1,5 % de mínima es el exsecretario de Comercio de Néstor Kirchner, Guillermo Moreno. A pesar de haber tenido una gran cobertura mediática, y un candidato a legislador que viralizó en las redes sociales, el economista obtuvo solamente el 0,8 % de los votos. Su propuesta era la de encarnar al “verdadero peronismo”, pero no obtuvo entusiasmo en el electorado.
Luego de las elecciones, el precandidato fallido responsabilizó a la “muchachada” del oficialismo, por un supuesto robo de boletas que le habría impedido cruzar el umbral del punto y medio. En su opinión, estos espacios peronistas que habrían complotado contra su candidatura cometieron un grave error, ya que ahora “no hay nadie que pueda debatir con Milei”, aseguró.
Otro que no tuvo oídos receptivos en el electorado fue Jesús Escobar. El precandidato de Libres del Sur que pretendía solucionar el drama de la inflación con un congelamiento de precios. Este espacio, que suele ser parte del armado del kirchnerismo, pero que ahora quedó afuera del espacio, terminó las PASO con un 0,7%. Además de su fracasada plataforma de gobierno, Escobar había empapelado las calles con un slogan que tampoco le dio resultado: se presentaba ante la opinión pública como el “enemigo de Milei”.
La propuesta “anticapitalista” de Manuela Castañeira tampoco pudo cruzar el umbral de las PASO. La candidata, que no tuvo lugar en la primaria del Frente de Izquierda, terminó con un 0,4%. Su principal propuesta de campaña era un salario mínimo de 500.000 pesos. Pero ella no fue la única referente de la izquierda que quedó en el camino. La propuesta de Política Obrera (exintegrantes del Partido Obrero que aseguran que fueron expulsados del partido por la nueva generación) sacó incluso menos votos: el 0,3%. Su candidato era el economista trotskista Marcelo Ramal.
La idea de “colgarse” de una figura que no le funcionó a Escobar, tampoco dio resultado para el periodista Santiago Cúneo. En su insólita interna con el izquierdista piquetero Raúl Castells, Cúneo le propuso al electorado convertirse en el “Bukele de Argentina“. Pero su propuesta se quedó en el 0,2%. Sí le ganó a su rival izquierdista en la interna, que obtuvo el 0,1%.
Otro que terminó con el 0,2% fue César Biondini, hijo del dirigente “nacionalista” que reivindica a Hitler, Alejandro Biondini. El mismo resultado obtuvo Raúl Albarracín del Movimiento de acción vecinal.
Los frentes Liber.Ar y Proyecto joven probaron suerte con algunos candidatos más conocidos que otros, pero todos los postulantes terminaron oscilando entre el 0,1% y el 0,0%.
Cerrando la lista de los eliminados, el tradicional partido liberal de la década del ochenta, la Ucedé, terminó haciendo la peor y más vergonzosa elección presidencial de su historia. Andrés Passamonti, que apoyó la gestión de Larreta en CABA, obtuvo el 0,1%. Evidentemente, la representación liberal estaba en otra boleta. Exactamente, en la otra punta de los resultados; en la que salió primera.