En el contexto del impacto del nuevo coronavirus, el saldo de la cartera de crédito en Guatemala creció en 2020 con respecto al 2019, y fue determinante para mantener el aparato productivo del país.
Además, se experimentaron ajustes en la tasa de interés ponderado en los segmentos, según las cifras de la Superintendencia de Bancos (SIB).
De las 17 actividades productivas, el sector financiero y de seguros fue uno de los cinco que cerró en positivo en 2020 con un crecimiento de 4.1% y para 2021 se proyecta 5.7%.
Saldo favorable
El total del saldo de la cartera de créditos -moneda nacional y extranjera- ascendió a Q205 mil 482.2 millones, aumentando en Q12 mil 721.5 millones al 31 de diciembre del 2020.
Esa variación representó una tasa de incremento del 6.60% con respecto al 2019, cuando cerró en Q192 mil 760.7 millones.
El indicador es incluso es superior al 4.94% que fue del 2019 con respecto al 2018, según las estadísticas del ente supervisor.
Luis Lara Grojec, presidente de la Asociación Bancaria de Guatemala (ABG), mencionó que el sistema creció 6.60%, y un punto importante y que aportó para que la economía del país, fuera la menos dañada en América Latina, fue que la banca apoyó al sector productivo.
“En lugar de cerrar cartera, lo que se hizo fue abrir cartera, brindar créditos nuevos y hacer reestructuras para tratar que las empresas siguieran adelante”, enfatizó.
Lara Grojec aseguró que el cierre del año pasado fue un excelente resultado, en comparación con otros países, como, por ejemplo, en Honduras, donde no hubo crecimiento; y en otros países, la banca se cerró, e impactó en las empresas, lo que se tradujo en despidos del personal, mientras que en Guatemala fue al revés, apoyando.
Apuntó que el crecimiento de la cartera se debió en parte al apoyo del Banco de Guatemala, que liberó liquidez al sistema financiero.
Fernando Estrada Domínguez, director de la firma Desarrollos Palo Blanco, afirmó que el resultado fue positivo, y los agentes económicos tuvieron que pedir y ampliar capital para su financiamiento, poder paliar los efectos de pandemia no solo en consumo, sino en otras necesidades.
Por otro lado, hubo sectores productivos que reflejaron mejor desempeño, que otros que estuvieron deprimidos.
Reconoció el esfuerzo de las autoridades con los programas de apoyo económico, sobre todo para las pequeñas y medianas empresas para contar con la liquidez. “Es un resultado bueno en tiempos de pandemia”, remarcó el empresario del sector construcción.
Por cartera, solo el de empresarial menor registró un ligero desempeño negativo de -0.31%, y cerró con un saldo de Q15 mil 898.5 millones. Hace dos años, fue positivo en 4.69%.
En tanto, el crédito empresarial mayor, tuvo un crecimiento de 8.12% para situarse en Q113 mil 324 millones (2.84% en 2019); el de consumo, Q60 mil 124.4 millones y una tasa de crecimiento de 4.85% (6.68%); microcrédito, Q3 mil 552.7 millones, 17.25% (13.10%); y el hipotecario para vivienda, Q12 mil 581.7 millones, 8.26% (15.09).
La tasa de interés promedio ponderado para el crédito mayor empresarial fue de 6.31% (6.58% en 2019); empresarial menor 9.83% (9.93%); consumo 24.27% (24.26%); microcrédito 21.77% (22.61%) y el hipotecario para la vivienda 8.66% (8.80%).
“El sistema cuenta con mucha liquidez y las tasas de interés permanecerán bajas por varios años y es el momento para pensar en inversiones a largo plazo para el sector empresarial”, consideró Lara Grojec.
La tasa de morosidad se encuentra en 1.83%, pero desde el 1 de enero pasado, se regresó a las modificaciones al reglamento de créditos, y como los efectos de la pandemia continua, se espera reacomodos del indicador.
Por actividad económica, el sector de construcción tuvo un incremento de 16.58% de la cartera, y según Estrada Domínguez, se debe al arrastre de los proyectos de construcción ya aprobados, que estaban en ejecución y que venían desde el 2019.
Por otro lado, las compañías constructoras y otras empresas se anticiparon de liquidez con los bancos, ante el temor de una posibilidad de otro cierre de la actividad productiva, pero se anticipaban en contar con los recursos financieros para continuar operando.
Proyección 2021
El presidente de la ABG resaltó que se espera que la economía crezca al nivel de 4%, y será un buen año.
Explicó que ya existe una curva de aprendizaje por parte del personal médico para tratar la enfermedad, las recuperaciones son más rápidas y las hospitalizaciones son menos.
“Veo mucho optimismo el 2021 y es importante, porque se cree que todos los gobiernos del mundo inyectaron US$9.6 trillones, entonces ese exceso de liquidez seguramente impulsará los precios de las materias primas que Guatemala exporta y eso ayudará”, precisó Lara Grojec.
La política monetaria, cambiaria y crediticia señala que para 2021, las actividades financieras y de seguros -con un peso de 4% en el PIB- crecerá 5.7%, influenciado, sobre todo, por el comportamiento previsto del crédito al sector privado y de las actividades de emisores de tarjetas de crédito.
Estrada Domínguez resaltó que se espera estabilidad ya que se avizora un buen año para la construcción, pero todo dependerá de las aprobaciones de las licencias y autorizaciones.
Mora en control
Sergio Recinos, presidente del Banguat, explicó que en 2020 la Junta Monetaria modificó los reglamentos de riesgo crediticio, para que los agentes económicos puedan renegociar sus créditos.
Explicó que un millón 200 mil personas utilizaron este mecanismo, y la recomendación es comenzar a transparentar esa cartera vigente, y en algún momento no se refleje la mora real.
En todo caso, se proyecta que la mora no se vaya a disparar y a la sumó podría situarse entre 3 a 4%, que sería razonable, y reiteró que el sistema financiero es sólido.
Fuente: Prensa Libre