Norpoth comenzó a trabajar en su modelo después de las elecciones presidenciales de 1992, y lo puso a prueba por primera vez en 1996. “Mi primer pronóstico fue la elección de 1996, en la que Bill Clinton fue reelegido para un segundo mandato”, dijo. «Predecir una victoria de Clinton se consideró exagerado en ese momento porque estuvo bastante mal en su primer mandato».
Un parámetro clave en su estudio es el comportamiento en las primarias de los partidos políticos y la forma en que los candidatos se desenvuelven durante esos primeros comicios, un compartamiento que a su juicio, es un muy buen indicador de lo que sucederá en noviembre.
“Me concentro en las primarias y en la forma en que los candidatos se desempeñan en esos primeros concursos. Es un buen indicador» apuntó.
Describió el enfoque en las primarias como la diferencia clave entre su modelo de estudio y otros. “Se trata de elecciones primarias, que son contiendas electorales reales y los votos se cuentan y tabulan”, dijo.
Norpoth, que ha estudiado las primarias electorales desde 1912, y confía en las matemáticas detrás de su modelo.
“También utilizo números reales, como los resultados de elecciones anteriores, que indican si el péndulo se está alejando del partido que ocupa la Casa Blanca. Esto es algo que también se basa en resultados electorales reales y no en ningún tipo de encuesta de opinión”, puntualiza.
A diferencia de muchas otras proyecciones, la ecuación de Norpoth ignora los índices de aprobación. «Ese es un número de encuesta», dijo, «y no los uso. Creo que el desempeño principal de un presidente en ejercicio suele ser un sustituto de eso. Pero no utilizo datos de encuestas o datos relacionados con opiniones», expresó en el sitio web de la Universidad para la que trabaja.
El modelo empleado por el profesor Norpoth, le da la ventaja a Trump, algo que a su juicio no le sorprende.
«En el lado demócrata, Joe Biden y Bernie Sanders dividieron las primarias demócratas en New Hampshire y Carolina del Sur, mientras que Trump ganó cómodamente las republicanas en New Hampshire (las de Carolina del Sur fueron canceladas este año). Cuando vi que en New Hampshire Trump obtuvo el 85% de los votos y que el contrincante más cercano fue Bill Weld con el 10%, estaba bastante seguro de lo que el modelo iba a predecir. Si Trump hubiese obtenido solo el 55% y uno de los oponentes el 40%, es posible que no hubiese prenosticado que Donald Trump tendría la oportunidad de ganar», subrayó.
«La gente ha olvidado cómo le fue a Joe Biden en New Hampshire. Fue terrible. Obtuvo el 8,4% de los votos, lo que es inconcebible para un candidato con aspiraciones de ser presidente», sostiene el aacadémico.
Otro aspecto que toma en cuenta el estudio es que tras un primer mandato en la Casa Blanca, el partido en el poder es el favorito para ganar la elección.
“Lo que los demócratas deberían haber hecho si hubiesen tomado en serio derrotar a Trump, tendrían que haberse unido en torno a un candidato desde el principio y no enfrentarse a una prolongada batalla en la que la gente resulte herida”, dijo Norpoth. “Necesitaban elegir y unirse alrededor de una persona. Esa es la única forma en que podría ver que mi modelo habría funcionado a su favor».
De un total de 538 votos electorales, Trump podría obtener 362, mientras que su contrincante lograría176, de acuerdo con el Modelo Primario del profesor Norpoth.
Fuente: Diario las Américas