Los antiguos accionistas mayoritarios de Avianca Holdings, los hermanos German y José Efromovich, fueron arrestados por la Policía federal Brasilera este miércoles como parte de la extensa investigación de corrupción de la Operación Lava Jato. La fuente de la polémica en este caso nada tendría que ver con Avianca sino con otra empresa de los Efromovich, el astillero Eisa-Ilha.
Los hermanos fueron denunciados por el expresidente de Transpetro, Sérgio Machado, quien señaló una serie de pagos de sobornos de Efromovich para obtener contratos de construcción de barcos con la subsidiaria Petrobras, encargada de transportar combustible e importar y exportar petróleo y derivados. Transpetro es una compañía especializada en el transporte de petroleo, subsidiaria de la perforadora estatal brasileña Petrobras.
Una investigación interna de Transpetro determinó perdidas por el valor de 611 millones de reales ( USD $109 millones) en los contratos celebrados con el astillero Eisa-Ilha, razón para que el Tribunal Federal determinara el bloqueo de las cuentas, un total de 651 millones reales (USD $117 millones), para particulares y empresas objetivos de la operación.
La Policía Federal y el Ministerio Público, además de arrestar a los hermanos Efromovich llevó a cabo seis allanamientos en inmediaciones de cuatro empresas del grupo de Efromovich en los estados de Rio de Janeiro, São Paulo y Alagoas. La Corte también prohibió a los empresarios operar cuentas en el exterior, realizar cualquier acto de gestión empresarial o financiera en empresas de Brasil y del exterior, o cualquier nuevo contrato con el gobierno.
Con estos arrestos se marca la 72ª fase de la operación Lava Jato. El Astillero Eisa-Ilha habría sido favorecido por Machado alrededor de 2008, al firmar y ejecutar contratos para la construcción de navío petrolero Panamax y otras tres embarcaciones transportadoras. En el caso del Panamax, la investigación interna de Transpetro constató que hubo una entrega irregular de uno de los barcos y las otras tres embarcaciones ni siquiera fueron entregadas. Además, Transpetro supuestamente pagó una deuda laboral que no era suya y hubo desembolsos anticipados a Eisa-Ilha, garantizados personalmente por uno de los Eframovich a través de dos pagarés que nunca fueron pagados.
El Ministerio Público informó que Machado le dijo a la policía que le pidió a uno de los empresarios detenidos que pagara un soborno equivalente al 2 % del valor de los contratos. Machado también informó que habría propuesto un acuerdo de inversión en campos petroleros en Ecuador, con una cláusula de cancelación mediante el pago de una multa de 28 millones de reales (USD $5 millones), valor que correspondería al monto del soborno. El denunciante dijo que nunca se llegó a invertir en los campos petroleros y el ejecutivo de Eisa-Ilha canceló el contrato pagando el soborno disfrazado de multa a través de 65 transferencias bancarias al exterior entre 2009 y 2014.
Asimismo, el ente investiga si hubo alguna ilegalidad en otro contrato para la producción de ocho barcos petroleros en 2014. Machado presuntamente hizo un préstamo a las empresas Eframovich de USD $4 500 millones a través de sociedades offshore y luego recibió 8,4 millones de dólares y la diferencia se habría explicado como una ganancia por préstamos.
En una entrevista transmitida por CNN Brasil, German Efromovich negó haber recibido alguna ventaja indebida en los contratos con Transpetro. «Eso no existe. Ganamos ese contrato en una licitación e incluso demandé. Hay una acción contra Transpetro porque no cumplieron el contrato”. El empresario también indicó que “en los dos primeros años de trabajo (en el astillero), el presidente de Transpetro ni siquiera me habló. Estaba en mal estado porque ganamos la competencia a la fuerza, ¿entiendes? Entonces, más aún, Petrobras empezó a discriminarme después de que terminó con 8 666 y nunca más me invitaron a participar en las licitaciones porque no formaba parte de este esquema que salió ahora ”.