Las horas de incertidumbre de los venezolanos para conocer resultados electorales durante la era chavista se hicieron más largas para los estadounidenses que este año debieron esperar días para tener al menos una proyección. En Venezuela también se hizo común el giro repentino de las tendencias electorales durante el conteo de votos. El caso del referendo revocatorio de 2004 contra Hugo Chávez fue la primera y más amarga experiencia. Ahora Venezuela y Estados Unidos tienen dos cosas en común: Smartmatic y el fantasma del fraude.
Fueron justo estas dos irregularidades las que encendieron las alarmas en el Partido Republicano. El presidente Donald Trump lideraba en la madrugada del 4 de noviembre los resultados en Georgia, Pensilvania, Wisconsin y Michigan. En todos se extendió por días el escrutinio. En todos se volteó repentinamente la tendencia y se proyectó al demócrata Joe Biden como el ganador. El equipo jurídico de Trump pronto juntó las piezas que apuntaron hacia Venezuela. Smartmatic quedó expuesta como una empresa vinculada al régimen chavista que cuenta con una tecnología que cambia votos sin ser detectados. Así lo pidió Chávez y así se ejecutó.
Los resultados que pedía Chávez
Esta es la denuncia que hizo pública en Newsmax la exfiscal federal, Sindey Powell, abogado de la campaña del presidente Donald Trump. Citando una declaración jurada de un exmilitar de alto rango del régimen chavista, Powell aseguró tener evidencias de la vulnerabilidad del sistema de votación. Esta tecnología empleada este año en 28 estados de la Unión Americana es la misma que por casi dos décadas ha garantizado la permanencia en el poder al chavismo en Venezuela con elecciones amañadas.
“Chávez insistió mucho en que Smartmatic diseñara un sistema que pudiera cambiar el voto de cada votante sin ser detectado. Quería que el software en sí mismo funcionara de tal manera que si el votante colocaba su huella en un escáner, la huella estuviera vinculada a un registro del nombre y la identidad del votante como si hubiera votado pero sin que el elector pudiera rastrear que el voto fue cambiado. Insistió en que el sistema tenía que configurarse para no dejar ninguna evidencia ni nada que generar alguna contradicción entre el nombre y la huella con un voto cambiado. Smartmatic acordó crear dicho sistema y produjo el software y el hardware con los resultados que pedía el presidente Chávez”, afirmó el testigo.
Sindey Powell explicó en Newsmax que el sistema de Smartmatic se creó para que Hugo Chávez no perdiera una elección. Y así fue. Estuvo en el poder hasta su muerte. Agregó que posteriormente se exportó a Argentina y otros países de Sudamérica, hasta que llegó a Estados Unidos. Durante su intervención en la cadena de televisión recomendó leer en su cuenta en Twitter la declaración.
De escolta de Chávez a testigo de Trump
Posteriormente, el corresponsal de la agencia Associated Press (AP) para América Latina, Joshua Goodman, reveló quien sería este militar chavista. Aunque aclaró que el nombre está reservado, soltó “parece que el testigo es el capitán Leamsy Salazar”.
El capitán de corbeta Leamsy Salazar formó parte de la Casa Militar, encargada de la custodia presidencial. Durante casi 10 años fue jefe de seguridad y asistente personal de Hugo Chávez. Luego el número dos del régimen, Diosdado Cabello, solicitó sus servicios tras la muerte de Chávez.
Salazar huyó a Estados Unidos en diciembre de 2014 en calidad de testigo protegido de Washington. Esto lo convirtió en el militar activo de mayor rango que rompe con el chavismo para revelar las actividades delictivas relacionadas con el narcotráfico de la alta cúpula chavista, reseñó ABC.
Manipulación de datos en tiempo real
En la declaración jurada, el testigo venezolano –específicamente por el litigio en Georgia– explica como la manipulación de la votación se realiza desde un centro de escrutinio secreto en tiempo real, tomando como ejemplo el caso de Venezuela.
“Toda la tabulación de la votación controlada por computadora se realiza en un entorno cerrado para que el votante y cualquier observador no pueda detectar lo que está sucediendo, a menos que haya un mal funcionamiento u otro evento que haga que el observador cuestione el proceso. Vi de primera mano que la manipulación y el cambio de votos se puede hacer en tiempo real, en el centro de escrutinio secreto que existía en Caracas, Venezuela. Para mí fue algo muy sorprendente e inquietante”.
El informante confiesa que la actuación de Smartmatic en Venezuela le permitió darse cuenta que “no importa lo que decida el votante o lo que diga la papeleta. Es el operador del software y el software los que deciden que es lo que cuenta”.
Sobre los fraudes electorales cometidos en Venezuela, el informante hace referencia a dos. Según la fuente, después de implementarse en el país el sistema electoral de Smartmatic observó de cerca elecciones en las que se manipuló y se cambió el resultado como en la elección presidencial de 2006 de Hugo Chávez contra Manuel Rosales y en la de 2013. de Nicolás Maduro contra Henrique Capriles.
Los vínculos entre Dominion y Smartmatic
El pasado 12 de noviembre, el exalcalde de Nueva York y también abogado del presidente Donald Trump, Rudy Giuliani, denunció en una entrevista ofrecida a Fox Business que Dominion Voting Systems es propiedad de Smartmatic.
«Smartmatic se fundó en 2004. La conformaron tres venezolanos, quienes eran muy cercanos al dictador Hugo Chávez. Está creada para arreglar elecciones. Esa es la compañía que posee a Dominion. Aunque Dominion es canadiense, todo su software es de Smartmatic», añadió Giuliani.
Dominion ha negado su vinculación con Smartmatic. No obstante, el exmilitar chavista asegura en su declaración tener conocimiento sobre la sociedad entre ambas compañías y explica cómo se relacionan. “Quiero señalar que el software y el diseño fundamental del sistema electoral electrónico de Dominion y otras empresas de tabulación electoral se basan en un software que es descendiente del Sistema de Gestión Electoral Smartmatic”.
Resaltando que Dominion es una de las tres principales empresas que tabula votos en Estados Unidos, añade que esta compañía utiliza los mismos métodos y fundamentalmente el mismo diseño de software para almacenamiento, transferencia y cálculo de datos, de identificación de votantes y datos de votación.
“Dominion y Smartmatic hicieron negocios. El software, el hardware y el sistema tienen las mismas fallas. Fundamentalmente cuenta con múltiples oportunidades para corromper datos y enmascarar el proceso de una manera que una persona promedio no pueda detectar ningún fraude o manipulación. El hecho de que la máquina de votación muestre el resultado que el votante desea y luego imprima una papeleta que así lo refleja no importa. Es el software el que cuenta el voto digitalizado y reporta los resultados. El software en sí es el que cambia la información de manera electrónica para obtener el resultado que el operador del software y el sistema de conteo de votos tenga la intención de generar. Así es cómo se hace”.
Los votos que viajaron a Europa
El equipo jurídico del presidente Trump —encabezado por Sidney Powell, Rudy Giuliani y Jenna Ellis— ofreció este jueves una rueda de prensa para informar en una declaración abierta el estatus de la investigación por fraude en la elección presidencial del 3 de noviembre.
Giuliani agregó al rompecabezas un dato que ya había adelantado el miércoles en una entrevista en Fox Business: los votos de los 28 estados donde operó Dominion fueron contados en Alemania y España por Smartmatic. También señaló que personal de alto rango en Dominion apoya al grupo radical de izquierda, Antifa, involucrado la violencia generada en varias ciudades desde el 25 de mayo, tras la muerte de George Floyd.
Al ser consultado sobre la competencia del FBI para verificar las denuncias, el exalcalde de Nueva York cuestionó duramente la actuación de este organismo. “No sé dónde ha estado el FBI durante los últimos cuatro años. No sé dónde estaba el FBI cuando nuestros votos fueron contados en un país extranjero por una compañía controlada por amigos de un enemigo de Estados Unidos”.
Soros y el globalismo de izquierda
La red del globalismo de izquierda estaría detrás del plan para imponer al demócrata en la Casa Blanca. Y cuando se trata de globalismo, todos los caminos conducen a Soros. El abogado de Trump alertó que las irregularidades detectadas en la elección presidencial constituyen un problema de seguridad nacional, donde aparecen muchos intereses extranjeros.
Destacó el hecho de que los votos se hayan contado en Alemania y España por una empresa venezolana, la cual estaría ligada a George Soros, el principal promotor del globalismo, a quien señaló como el principal financista del Partido Demócrata y del movimiento Black Lives Matter (BLM).
El carácter violento de BLM y Antifa ha sido ampliamente demostrado. Un reciente estudio de US Crisis Monitor precisa que entre el 26 de mayo y el 12 de septiembre se registraron 637 disturbios en EE.UU. y en 91 % de ellos hubo participación de BLM. En las protestas violentas ocurridas en varias ciudades tras la muerte de George Floyd, Antifa salió a relucir como protagonista en los saqueos, destrozos y asesinatos.
Smartmatic, de Chávez a Biden
Rudy Giuliani cerró su intervención subrayando que no debe volverse a realizar otra elección con la participación de Dominion y Smartmatic. Reiteró que lo ocurrido con la elección presidencial fue un ataque masivo a la integridad del sistema de votación.
Al descrédito de Smartmatic se suma el hecho de que el demócrata Joe Biden, proyectado por los medios como el ganador de la elección, incluyó en su equipo de transición a Peter Neffenger, un vicealmirante retirado de la Guardia Costera de Estados Unidos que ejerce actualmente como presidente de la junta directiva para EE.UU. de Smartmatic.
El nombre de esta compañía se escucha en Venezuela desde 2004. Ese año, el mismo en que se conformó la empresa, su tecnología se empleó por primera vez en ocasión del referendo revocatorio contra Hugo Chávez. La experiencia fue amarga. Un sistema de votación electrónico que prometía celeridad en los resultados terminó siendo más lento que el conteo manual. El resultado se ofreció 10 horas después de cerradas las urnas. La diferencia opuesta a la derrota de Chávez —que garantizaban los sondeos a boca de urna— fue de 20 puntos.
En 2017, tras haberse prestado para la elección de la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente (ANC) en la que participaron solo candidatos chavistas, el director ejecutivo de Smartmatic, Antonio Mugica, admitió que el resultado anunciado fue manipulado por al menos un millón de votos, según reseñó BBC Mundo.
Entre la certificación y la elección
Durante la rueda de prensa que duró más de una hora, Sidney Powell insistió en que cuentan con pruebas que demuestran que un gran número de votos de Trump simplemente fue desechado. «Fueron enviados a la basura», expresó.
“No nos van a intimidar. Vamos a ir a los niveles más altos para recuperar el país. El presidente Trump ganó por mucho”, agregó Jenna Ellis, quien aclaró que las evidencias se presentarán en las cortes y que antes de certificar los resultados se asegurarán de que sean precisos.
En Michigan, uno de los estados que están siendo impugnados, dos republicanos se negaron a certificar los comicios en el condado de Wayne, donde se encuentra la ciudad de Detroit. La fecha límite para la certificación en este estado es el 23 de noviembre, al igual que en Pensilvania. En Georgia el plazo vence este viernes 20 de noviembre.
La certificación es un proceso previo a la designación de los electores estatales al Colegio Electoral. Son estos representantes de los 50 estados quienes realmente eligen al presidente en la votación que se llevará a cabo el 14 de diciembre.
Fuente: PanamPost