MIAMI.- La Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA), conformado por más de 20 exmandatarios iberoamericanos, es una «organización que se renueva y se refuerza» anualmente, aseguró el expresidente ecuatoriano, Jamil Mahuad Witt (1998-2000), de cara al IX Diálogo Presidencial que se celebrará el próximo 17 de octubre en el Miami-Dade Collage, con Venezuela como foco central.
El exmandatario destacó la «influencia intelectual y política» que ejerce el grupo IDEA en América Latina, al ser la organización «más numerosa» de expresidentes y exjefes de Estado «reconocidos por su integridad, liderazgo y patriotismo»; la de «más larga vida» y de «mayor diversidad» en su composición, con integrantes comprometidos con «el presente y el futuro de sus pueblos», que «defienden los valores del humanismo, la libertad y la democracia».
«Huxley (Aldous, filosofo británico) decía que la experiencia no es lo que le pasa a uno, sino lo que uno hace con lo que le pasa a uno. Cuando estamos reunidos en nuestros diálogos en Miami me contento de ver acumuladas tantas miles de horas dedicadas al servicio público reunidas en un solo momento y en un solo lugar para reflexionar sobre los problemas actuales que vivimos», expresó en entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS.
Señaló, además, que «gracias a la conjunción de factores como el hogar académico que nos ofrece el Miami-Dade College, la energía propulsora que provee Nelson Mezerhane (editor de DLA y presidente de IDEA) y el trabajo incansable de Asdrúbal Aguiar, como motor intelectual y administrativo de IDEA, somos una organización viva que se renueva y se refuerza en cada diálogo anual».
Impacto de la crisis venezolana en la región
«Democracia, ciudadanía y migración Venezuela 2024» será el foco central del IX Diálogo Presidencial, en el que al menos dos decenas de exmandatarios debatirán la situación actual de Venezuela, luego de que Nicolás Maduro se proclamara vencedor, desconociendo el resultado de las actas de votación, que dan como ganador al diplomático Edmundo González Urrutia.
De no encontrar solución a la crisis poselectoral venezolana, Mahuad indicó que serían «múltiples» los impactos en la región, que producirían «trágicos malos ejemplos» en lo político, económico y social.
En lo político, cuestionó que si la «descomunal paliza electoral» que le propinó González Urrutia a Maduro, al sacar cerca del 70% del sufragio, no es suficiente para que reconozcan la derrota y entreguen el poder, «¿qué van a hacer los otros dictadores y proyectos de dictadores socialistas del siglo XXI cuando pierdan las elecciones por un margen de votos menor que el venezolano?».
«Descalabro económico» y migración
Indicó que si «el descalabro económico venezolano», que ha sido el «más rápido y descomunal del continente», producto de «la mezcla tóxica de ideologismo delirante, insuperable ineptitud y corrupción extrema» no se cambia por una estrategia de crecimiento económico y justicia social, como lo ordenaron los votos del 28 de julio, «¿cómo van a cambiar las absurdas políticas económicas implementadas por otros gobiernos similares en la región?».
Además, resaltó que los países que reciben a los migrantes venezolanos no cuentan con los recursos necesarios para gestionar el «enorme impacto poblacional» que origina el flujo migratorio, de millones de ciudadanos expulsados «en las condiciones más abyectas de miseria» por una «dictadura que se comporta como un trapiche que muele a la población hasta sacarle todos sus derechos humanos».
Al menos el 68% de los venezolanos tiene intención de migrar en los próximos meses, tras la decisión de Maduro de aferrarse al poder, según un reciente informe del Observatorio de la Diáspora Venezolana.
Brasil, Colombia y EEUU, países claves
El expresidente señaló que la elección venezolana, que ganó por más de siete millones de votos González Urrutia, abanderado de la oposición democrática liderada por María Corina Machado, se llevó a cabo en tres «frentes de batalla»: el jurídico, el informativo y el político.
El primer frente, aseguró, lo «ganaron de largo» Machado y González Urrutia, cuando demostraron «en muy pocas horas» y con las actas de votación, verificadas por observadores internacionales, la «aplastante derrota del dictador Maduro y de su gobierno».
«Es tan grande la dimensión de la pérdida electoral, que el caso de Venezuela supera con creces el concepto de fraude electoral para convertirse en un verdadero atraco a la democracia», sostuvo.
La batalla comunicacional también la habrían ganado los líderes venezolanos, pese a que el presidente electo fue forzado al exilio hace 33 días y la líder opositora se encuentra en la clandestinidad, ante las amenazas de detención que ponen en riesgo su seguridad e integridad física tras la feroz represión que desató el régimen chavista.
«Las grandes mayorías del mundo están convencidas de que la oposición venezolana ganó las elecciones y la dictadura las perdió», recalcó.
La contienda política, consideró, aún está por definirse luego de que el pasado proceso electoral confirmara «dos verdades lacerantes: que el pueblo venezolano vota pero no elige, y que la decisión final no está en Venezuela sino fuera de sus fronteras pues el país se ha convertido en una pieza importante del ajedrez geopolítico mundial».
En este sentido, señaló que Brasil, Colombia y Estados Unidos serían «tres países americanos claves» para ayudar a resolver la crisis venezolana. «A ellos les tocará resolver si la democracia es un valor sagrado que no está sujeta a transacciones o si es una moneda de cambio a la cual se homenajea de labios para afuera, mientras se la utiliza como moneda de trueque para obtener ventajas nacionales», sentenció.