Pbro Juan Lázaro Vélez González,
Mons. Emilio Aranguren, obispo de Holguín y presidente de la Conferencia. Juntamente con: Mons. Marcelo Arturo González, obispo de Santa Clara y Mons. Juan de Dios Hernández, obispo de Pinar del Río. Estos prelados sostuvieron un encuentro fraterno con el Papa Francisco en el que abordaron temas de interés religioso, político y social de la realidad cruda y dura de la Cuba de hoy.
Debo destacar que la Institución de la Iglesia Católica como también otras denominaciones cristianas de dentro y fuera de la Isla cárcel han desempeñado un papel fundamental en la realidad histórica del masacrado pueblo cubano. Han expresado y ayudado de diferentes maneras a mitigar la pena que más hiere en el alma cubana. La Iglesia no solamente ha sido refugio espiritual, sino también una voz de resistencia ante las injusticias cometidas por el régimen.
Durante estas tristes y agobiantes seis décadas de dictadura castrista, la iglesia ha ejercido una resistencia silenciosa, acompañando a su pueblo con valor y fortaleza, la presencia de sacerdotes en las marchas del 11 J y en sus referentes homilías de denuncia evangélica para el bien de sus ovejas esto incluso en medio de la fuerte represión no solamente de la seguridad del Estado, sino también de la mal llamada Oficina de Asuntos Religiosos, comandada por Caridad Diego Bello.
Uno de los momentos claves en el desarrollo de la historia eclesial cubana entre muchos otros, fue el ENEC. Encuentro Nacional Eclesial Cubano, que se desarrolló del 17 al 23 de febrero del año 1986. Donde hubo un despertar pastoral muy activo en los laicos, religiosos, religiosas, sacerdotes y obispos, realmente fue un fruto espiritual inigualable para la Iglesia de aquellos momentos para poder dar respuesta pastoralmente a una dura y sufrida realidad social como lo es ahora también a pesar del cursar de los años. La Iglesia y sus fieles con Esperanza siempre en el cambio confían en su Señor para dar paso a la Dignidad plena de los hijos de Dios en libertad.
Años después la Carta Pastoral emitida por la Conferencia de los Obispos Católicos: El Amor todo lo Espera, fue una respuesta y al mismo tiempo una denuncia directa para demostrar el grito de un pueblo arrastrado a un “Período- Especial” que de especial solamente tenía la segunda palabra. Los obispos y sacerdotes denunciaron la grave situación que afectaba al pueblo cubano. Creo honestamente que podemos hacer mucho más dentro y fuera de la Casa Cuba por libertar desde el punto de vista espiritual y personal a un pueblo desangrado y agobiado. No solamente debemos acompañar a nuestros hermanos en el camino de la fe, sino también defenderlos del lobo cruel que devora a sus ovejas día a día sin descanso, la manada de los lobos aparentemente es fuerte. Pero no eterna.
Recordando y citando las Santas Escrituras 1 Macabeos 3:19-21. Como lo hace en ocasiones el presidente de Argentina Javier Milei, digo igualmente y cito: En una batalla, la victoria no depende del número de los soldados, sino de la fuerza que Dios da. Ellos vienen contra nosotros, llenos de orgullo y de impiedad, a matarnos a nosotros, a nuestras mujeres y a nuestros hijos, y a robarnos lo que tenemos. Nosotros, en cambio, luchamos por nuestras propias vidas y por nuestras costumbres.
Espero y deseo de todo corazón, que la visita de los prelados a Roma renueve a su regreso a la Isla cubana, recordando que el Amor todo lo Espera, y que al final la libertad y la justicia prevalecerán. Virgen de la Caridad del Cobre te rezó como lo hace mi querida amiga; Clara Gallo:
Si ves una lágrima bajar por mi mejilla, es que caminé anoche por mi barrio, volví a la casa de mi infancia, al colegio y a la Iglesia, llenas de recuerdos, de risas y de fiesta. Y desperté de nuevo como cada mañana con sueños de nostalgia, queriendo verte un día, Patria mía, libre de toda opresión.
«No hay patria sin virtud, ni virtud con impiedad.» Pbro. Félix Varela. 1788-1853