Federico Gutiérrez, “Fico”, es el nuevo candidato presidencial que buscará reunir a las fuerzas de derecha y establecer sólidos vínculos con otros sectores políticos, con el fin de derrotar a Gustavo Petro en las elecciones presidenciales del 29 de mayo. Una vez conocidos los resultados definitivos de la consulta interpartidista del domingo 13 de marzo, en los que Gutiérrez resultó elegido candidato presidencial de la coalición equipo por Colombia, con 2.160.329 votos, el candidato presidencial del Centro Democrático, Oscar Iván Zuluaga, anunció su retiro de la contienda y dejó a su partido en libertad, no sin antes expresar que respaldaría la aspiración de FICO.
El martes, en reunión de bancada del partido del presidente Duque, se definió que consultarían a las bases para definir a qué candidato presidencial respaldar, pues el expresidente Uribe expreso que “Cualquier candidato al que yo me le acerque ahí mismo dicen ‘uribista’ y le ponen un estigma”. De hecho, el candidato de la coalición Centro Esperanza, Sergio Fajardo, quien obtuvo apenas 723.084 votos el pasado domingo, indicó el lunes, después del anuncio del retiro de Zuluaga, que no haría una alianza con Fico, pues este era ahora el candidato de Uribe. Sin embargo, la decisión del Centro Democrático de consultar a su base, con el fin de evitar que la decisión provenga de Uribe, podría abrir una ventana para un acuerdo político.
Esto último no debe ser extraño, pues uno de los aliados más importantes que tuvo Sergio Fajardo cuando fue alcalde de Medellín (2004-2007) fue el del entonces concejal Federico Gutiérrez, quien ocupaba un escaño en esa corporación por primera vez en representación del “Nuevo Partido”, colectividad creada para respaldar la aspiración de Álvaro Uribe a la Presidencia en 2002. Fajardo y Fico pueden tener puntos de encuentro, pues han demostrado en el pasado que pueden trabajar juntos y lograr resultados.
De hecho, la carrera política del hoy candidato por el Equipo Colombia empezó como consejero municipal de juventud y consejero municipal de planeación. El joven ingeniero civil de la Universidad de Medellín, daría el paso a ser elegido y reelegido concejal de Medellín, por lo que estuvo ocho años en esa corporación (2004- 2011), antes de dar el paso y aspirar a la Alcaldía de la ciudad, siendo derrotado por Aníbal Gaviria, hoy gobernador de Antioquia. En 2015 volvió a aspirar y se enfrentó al candidato de Álvaro Uribe, el exsenador Juan Carlos Vélez, derrotándolo y tomando posesión como alcalde en 2016.
Fue un alcalde cercano a la gente, promotor de la inversión privada y de la creación de nuevas empresas, siempre sosteniendo que el estado tiene unas funciones precisas y la clave está en promover activamente la seguridad y las garantías para que las empresas puedan florecer y crear más y mejores puestos de trabajo. No era extraño encontrarlo en restaurantes, cafés o en algún operativo de la policía y nunca dejó de saludar a todos los ciudadanos que se le acercaron y de atender a los medios de comunicación.
De hecho, terminó su periodo como alcalde con una aprobación del 85,8% y su gobierno fue siempre reconocido como uno de buenos resultados, sin clientelismo y responsable. De hecho, logró ampliar la base empresarial y logró ampliar la cobertura educativa. Muchas de las cosas que no mejoraron en Medellín en ese cuatrienio, como por ejemplo el desempleo, que se mantuvo en dos dígitos, pueden tener explicación en asuntos de legislación nacional y no de políticas públicas municipales. A Fico le critican no haber acabado con importantes carteles y bandas como “La oficina”, grupo sicarial con sede en Envigado, pero que operan en Medellín y otros municipios.
Olvidan que un alcalde en Colombia tiene funciones limitadas y la política de seguridad y defensa se orienta desde el Gobierno nacional. Como alcalde su presencia fue siempre evidente y respondía ante la ciudadanía por aciertos y desaciertos. La seguridad es precisamente una de las banderas que hoy defiende, pues si Colombia no logra poner orden para frenar el hampa que reina en las calles y combatir a los carteles que se han tomado buena parte del territorio nacional, no podrá atraer suficiente inversión, algo que urge para generar más empresas y así crear los puestos de trabajo que requiere la economía.
Fico, así se le conoce ya en todo el país, ha trabajado de la mano con Fajardo, derrotó al uribismo en las elecciones que lo llevaron a la alcaldía, pero luego recibió su apoyo en el Concejo, siempre con base en sus tesis y programa de gobierno. Tuvo que articularse con el gobierno departamental de Luis Pérez, hoy también candidato a la Presidencia y supo respaldarlo cuando el gobierno nacional, liderado entonces por Juan Manuel Santos (2014-2018), definió que el corregimiento de Belén de Bajirá hacía parte del Departamento del Chocó.
Si hay hoy en Colombia un perfil que puede ser punto de encuentro para todas las fuerzas políticas, es sin duda la candidatura del Equipo por Colombia, en cabeza de FICO. Ojalá Sergio Fajardo, su otrora aliado en Medellín sepa separar uribismo de Equipo por Colombia -recordando, además, que esta fuerza política declaró formalmente que se abstenía de participar en la consulta del Equipo por Colombia- y abra las puertas a un diálogo sincero por el bien de Colombia, más ahora que su votos son apenas la tercera parte de los que obtuvo Gutiérrez.
Faltan dos meses para la primera vuelta presidencial, pero hay optimismo y un buen candidato. Uno que no reconoce enemigos y que ha expresado que lo único que busca derrotar es el populismo de las tesis de Petro, y no a éste como persona.
Fuente: Gaceta