Luego de que Israel, Paraguay y el mismo FBI estadounidense aseguraran que Gholamreza Ghasemi, el piloto de la aeronave de la filial de Conviasa, Emtrasur, que fue retenido y confiscado en el aeropuerto de Ezeiza, forma parte de la Guardia Revolucionaria de Irán, la Fiscalía de Argentina estudia imputarlo.
Si el nexo entre Ghasemi y las Fuerzas Quds -que tiene vínculos con el Hezbollah- se confirma, el piloto puede ser objeto de un proceso judicial. La fiscal Cecilia Incardona es la que está asignada al caso y quien pudiera hacer el proceso contra el persa y los demás que volaban con él.
El ministro del Interior de Paraguay, Federico González, confirmó que los 19 tripulantes del avión sí salieron del hotel en el que se quedaban, ubicado en Ciudad del Este, pero aclaró que solo se movilizaron por esa metrópoli en los tres días que estuvieron allí.
También manifestó que en el manifiesto remitido por Emtrasur en abril sobre los pasajeros del avión no estaban oficialmente los pasajeros iraníes.
Su testimonio contradice el ofrecido por el comandante de la Policía, Gilberto Fleitas, quien afirmaba que los tripulantes de la aeronave no salieron del hotel en los tres días que duró su estadía. Tampoco fue capaz de precisar si se encontraron con alguien o hicieron algo que llamara la atención.
Por su parte, el secretario general de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Alejandro Zuchowicki, respalda los informes que apuntan a que Gholamreza Ghasemi es miembro de las Fuerzas Quds y por eso instó a la Casa Rosada a que tome con seriedad la reciente información emanada desde el FBI.
“El FBI es una institución seria y, si manda este informe, es porque tienen los elementos para mandarlo. Esperemos que los que lo recepcionan en nuestro país lo tomen con la seriedad del caso”, expresó Zuchowicki.
Al mismo tiempo, esta organización no gubernamental se vio presentándose como querellante en la causa del avión venezolano-iraní, que permanece retenido en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
Entretanto, revelan el audio sostenido entre la torre de control del Aeropuerto de Montevideo y el avión venezolano-iraní en la que se le niega el aterrizaje; hecho que Caracas criticó recientemente al decir que pudo haber causado un incidente mayor.