Martinelli, de 69 años y quien gobernó la nación centroamericana entre 2009-2014, se enfrenta a un nuevo juicio por espionaje telefónico, un caso por el que fue juzgado y declarado no culpable hace dos años, pero un tribunal superior rechazo el veredicto absolutorio y ordenó un nuevo enjuiciamiento.
En el segundo día de audiencia, la fiscalía presentó pruebas documentales y el testimonio de Julio Moltó, un exjefe del Consejo Nacional de Seguridad (2010-2012). El fiscal superior Ricaurte González dijo que dichas pruebas tenían el objetivo de dar a conocer el “rol real, correcto ético… de lo que debe hacer el Consejo de Seguridad”. “Es importante que las juezas hoy asuman esta información y luego obviamente vamos a ver cómo se deformó este propósito y este deber legal que tenía el Consejo de Seguridad”, apuntó.
Por su parte, el abogado Alfredo Vallarino, defensor de Martinelli, consideró que el testigo de la fiscalía aportó un testimonio beneficioso a su defendido. “Para la defensa ha servido más, para muchísimo, para aclarar muchas cosas de cómo funcionaba el Consejo de Seguridad Nacional, que los equipos de escucha existentes en Consejo venían de gobiernos anteriores, cómo funcionaba la parte operativa del consejo de seguridad y que la parte operativa nada tenía que ver con el presidente Martinelli”.
Martinelli fue absuelto de espionaje y peculado en agosto de 2019 tras recibir un veredicto de no culpabilidad, por lo que se ordenó su libertad inmediata. El tribunal rechazó las pruebas de la fiscalía y determinó que se violentó el debido proceso. El juicio duró casi cinco meses.
El exmandatario panameño fue repatriado desde Miami, donde fue detenido a mediados de 2018, por pedido de la cancillería de su país para que enfrentase el juicio. En Panamá permaneció detenido un año en una cárcel en las afueras de la capital hasta poco antes de que concluyera el proceso, cuando se le transfirió a un arresto domiciliario.
El exmandatario está siendo juzgado por la presunta comisión de los delitos de interceptación de telecomunicaciones, seguimiento, persecución y vigilancia sin autorización judicial.
Sus defensores lograron acuerdos con varios de los denunciantes de Martinelli para que retirasen las acusaciones.
Fuente: Diario las Américas