Según las previsiones del FMI, América Latina crecerá un 6,3% en 2021 a pesar de la alta inflación prevista este año y las desigualdades regionales en la vacunación contra el COVID, un lastre global.
«No podemos perder una década de oportunidades», insistió Claver-Carone, para quien el desarrollo empresarial pasa por «la democracia, la independencia de los poderes» y la cooperación.
Y relaciones comerciales más fuertes, apunta Almagro. «Precisamos más comercio. Seguimos siendo la región (…) con menos comercio interregional».
Para conseguirlo el secretario general de la OEA aboga por nuevos instrumentos.
Guatemala, país anfitrión de la asamblea general, apuesta por adoptar la Carta Empresarial Interamericana, cuyo proyecto de resolución está incluido en la agenda.
Esta carta, promovida por Colombia, podría «constituir una herramienta de suma importancia para la aceleración de la recuperación y la reactivación económica» frente a la crisis derivada de la pandemia, recalcó el ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, Pedro Brolo.
El presidente de Colombia, Iván Duque, puso esta carta como ejemplo de multilateralismo, «un esfuerzo hemisférico que se está construyendo en la OEA a partir de inquietudes e intereses comunes de los Estados miembros».
Vivimos en un mundo en el que «las empresas se han convertido en las fuentes del futuro», sostuvo Eduardo Eurnekian, presidente del sector privado de las Américas, haciendo énfasis en que el sector privado genera casi el 80% de la inversión en investigación y desarrollo.
Por eso, asegura, «un rol de los empresarios es contribuir a la agenda política y especialmente actuar en el ámbito de la geopolítica».
Y no hay que perder de vista, según el presidente del BID, que para generar inversiones hay que «fortalecer las instituciones de nuestros países y enfrentar la corrupción».
La asamblea general de la OEA, que se celebra de miércoles a viernes de forma virtual y bajo el lema «Por una América renovada», definirá las políticas de la organización.
Fuente: Diario las Américas