CARACAS.- En su decisión de aferrarse al poder a toda costa en Venezuela y pese a las denuncias de fraude electoral por parte de la oposición, Nicolás Maduro redobla la apuesta e impulsa una política de terror para infundir miedo entre los venezolanos y así ejercer un control sobre la sociedad para que no salga a protestar ni denuncie las arbitrariedades y violaciones a los derechos humanos.
«¡Vamos por ellos!», dijo Maduro, que ordenó habilitar en una aplicación móvil que sirve para gestionar planes sociales chavistas un espacio para delatar a los manifestantes que han participado en las masivas protestas en contra del «robo» de las elecciones. Maduro también instruyó habilitar una linea telefónica de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) para que se hagan «denuncias anónimas».
La ONG Foro Penal, que defiende a presos políticos, denunció las masivas detenciones arbitrarias y reporta que más de un centenar de menores de edad han sido arrestados. Otras ONG dan cuenta de más de 1.000 detenciones arbitrarias.
«Hay casos en los que las personas han sido arrestadas no mientras estaban manifestando ni mientras estaban en la calle, sino tarde en la noche en sus casas, y aparentemente esas detenciones son producto de delaciones (…), generalmente en zonas muy humildes», dijo Gonzalo Himiob, vicepresidente de Foro Penal.
Es «la instauración del miedo como herramienta de control social», sentenció este abogado.
Según cifras del fiscal general del régimen Tarek Williams Sabb desde que estalló la crisis el 29 de julio, un día después de las elecciones, las fuerzas del régimen han detenido a 2.200 personas presuntamente vinculadas a las protestas contra el cuestionado resultado que le otorgó la victoria a Maduro por parte de Consejo Nacional Electoral (CNE), un organismo que controla el chavismo. El régimen desestima el descontento y rechazo popular hacia Maduro y tilda a los manifestantes de «guarimberos», «terroristas» y «fascistas». Los vincula, sin mostrar ninguna prueba, con supuestos planes para «incendiar» y «destruir» al país.
El CNE, afín al régimen proclamó ganador a Maduro con 52% de los votos por 43% del opositor Edmundo González Urrutia. Sin embargo, la Plataforma Unitaria señala con las actas escrutadas que el opositor, representante de la inhabilitada dirigente María Corina Machado, ganó los comicios con más de 7 millones de votos y un porcentaje de apoyo de más del 60% tras más de 80.2 actas recolectadas en las mesas de votación.
Las protestas en Caracas y otras ciudades -incluso en barrios pobres que históricamente se definían como chavistas- han dejado al menos 24 muertos, según organizaciones de derechos humanos, producto de la brutal represión de los organismos de seguridad y de la acción de los llamados «colectivos chavistas», grupos de sujetos armados que salen a las calles para amedrentar a la población y generar violencia.
Miedo en la población
En los calabozos de la Policía Nacional en Caracas, una mujer esperaba noticias de su hermano, capturado tras una protesta en una barriada popular.
«Se quedó con unos amigos en una panadería» tras una marcha «y llegó la policía y se los llevó», relató mientras pedía reservar su nombre.
«Van incluso a sacar a la gente de su casa, a quitarle los teléfonos para ver qué tienen en contra del gobierno», alertó. «Fueron casa por casa tocando la puerta (…) Ya nos da miedo hacer declaración, nos da miedo que nos paren en la calle», expresó.
El general Elio Estrada Paredes, comandante de la Guardia Nacional -cuerpo militar encargado del orden público-, celebró la semana pasada la «acción contundente» de la Fuerza Armada: «Hemos logrado llegar a la casa de estos traidores una vez que han cometido hechos vandálicos».
Maduro anunció que habilitó dos cárceles de máxima seguridad para trasladar a los detenidos.
«Operación ‘Tun Tun'»
El régimen habilitó una pestaña en la aplicación móvil con la que gestiona planes sociales, VenApp, para denunciar a «guarimberos».
«¡Denúncialo!», llamó un presentador del canal estatal Venezolana de Televisión (VTV) en un video que promocionaba esta iniciativa: «¿Ya viste que puedes denunciar al fascista, al guarimbero, al terrorista?».
La aplicación fue bloqueada en las tiendas de Google y Apple y posteriormente inhabilitada.
La Dgcim habilitó en paralelo una línea telefónica para denuncias. «Operación Tun Tun apenas comienza», advierte en las redes sociales.
«Tun tun» hace referencia al sonido de la puerta al ser tocada por la autoridad, en una frase acuñada por el poderoso líder chavista Diosdado Cabello.
Activistas denuncian que grupos en plataformas de mensajería también son empleados para delatar a personas.
En una protesta opositora, una joven lleva un cartel que pide «libertad para Jesús Aguilar ¡y todos los detenidos!». Se refiere a un manifestante arrestado en Guarenas, ciudad dormitorio cercana a Caracas. Prefiere no declarar.
«Hay mucho miedo (…). Muchas personas se niegan a reportar sus casos», dice Himoib.
El temor también se refleja en el impulso de borrar el contenido de un celular para que nada sea considerado sospechoso en una requisa. Cualquiera podría ser delatado.