CARACAS- Venezuela registra actualmente el mayor número de «presos políticos» en casi 25 años, con 1.780 detenidos, denunció este miércoles la ONG Foro Penal, que denuncia un aumento considerable de las detenciones tras la cuestionada elección de julio.
Antes de los comicios del 28 de julio en los que el gobernante Nicolás Maduro fue proclamado reelecto entre denuncias de fraude, la ONG registraba 199 «presos políticos». Desde entonces contabiliza 1.581 más.
«Hemos registrado y calificado el mayor número de presos con fines políticos conocido en Venezuela, al menos en el Siglo XXI», dijo en X el Foro Penal, que viene registrando denuncias tras los más de 2.400 arrestos ocurridos en medio de la crisis poselectoral en Venezuela.
«Seguimos recibiendo y registrando detenidos», continuó la ONG al detallar que el aumento de «presos políticos» comenzó un día después de la elección.
Del los 1.780 detenidos, 114 son adolescentes.
El mes pasado, el Consejo Nacional Electoral (CNE), afín al chavismo, proclamó a Maduro reelecto para un tercer mandato de seis años, con el 52% de los votos frente a un 43% de su principal rival Edmundo González Urrutia, sin publicar el escrutinio mesa por mesa, como exige la ley.
El candidato opositor denunció fraude y aseguró que había ganado con más del 60% de los sufragios. Horas más tarde estallaron protestas en todo el país que dejaron 27 muertos, 192 heridos y más de 2.400 detenidos, según cifras oficiales.
«Escalada represiva»
Autoridades del régimen de Maduro, tras las fraudulentas elecciones, han optado por recurrir a acciones represivas, como la sorpresiva anulación de cientos de pasaportes a dirigentes opositores, periodistas y a activistas de derechos humanos, dentro y fuera del país, además de aplicar leyes coercitivas.
Además, el régimen ha endurecido la aplicación de leyes coercitivas para silenciar a sus críticos. Estas medidas incluyen la utilización de normativas penales y administrativas para criminalizar la disidencia e intentar callar voces opositoras, consolidando un clima de miedo y autocensura.
La escalada represiva evidencia la disposición del régimen de Maduro a utilizar todos los recursos a su disposición para perpetuarse en el poder, infringiendo los derechos fundamentales y socavando las libertades civiles en el país.