Un debate abierto sobre la situación en Gaza, organizado por el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, terminó de la peor manera entre el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Eli Cohen, y el secretario general de la ONU, António Guterres. El episodio demuestra una vez más cómo el organismo multilateral sigue siendo incapaz de mediar en la escalada de conflictos o en las decisiones de países que amenazan aún más el actual status quo internacional.
Las palabras de Guterres se convirtieron en el punto de discordia durante el encuentro en el cual se inscribó una cifra récord de 86 oradores. “Los ataques de Hamás (del 7 de octubre) no vienen de la nada: el pueblo palestino ha estado sometido a 56 años de ocupación asfixiante”, dijo al inicio de la sesión. Esto desencadenó la furia del funcionario israelí.
Es de esperarse que los roces terminen sin una resolución consensuada. Es decir, que por tercera vez no habrá acuerdo firmado, ya que en dos fechas anteriores Rusia y Brasil presentaron propuestas por separado que fueron rechazadas. La más reciente fue presentada por Estados Unidos, pero lo menos que se percibe en estos momentos es flexibilidad entre los distintos aliados de Israel y de Palestina. Además, el gobierno de Vladímir Putin tiene poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU. Eso le garantiza la posibilidad de invalidar cualquier propuesta que venga de Washington.
“¿En qué mundo vive usted?”
“Señor secretario general, ¿en qué mundo vive usted?”, respondió con exasperación el ministro israelí de Asuntos Exteriores. Durante esos minutos también surgieron otras frases que circulan en redes sociales tras la afirmación de Guterres respecto a la “ocupación asfixiante” de Palestina.
“No elegimos esta guerra. Esta guerra es por la vida”, agregó Cohen. “¿Cuál es la respuesta proporcionada a matar a bebés, a violar y quemar a mujeres, a decapitar a niños? ¿Cómo puedes acordar un alto el fuego con alguien que quiere matar y destruir tu propia existencia? La respuesta proporcionada al 7 de octubre es destruir hasta el último miembro de Hamás. No es solo el derecho de Israel destruir a Hamás, sino que es nuestro deber”.
Luego el embajador israelí ante la ONU, Gilad Erdan, pidió la dimisión de Guterres en un mensaje divulgado en X (antes Twitter). “El secretario general de la ONU, que muestra comprensión por la campaña de asesinatos en masa de niños, mujeres y ancianos, no es apto para dirigir la ONU. Le pido que dimita inmediatamente”, escribió. Como consecuencia, si había algún tipo de posibilidad de que la diplomacia aliviara las tensiones, el último encuentro del organismo internacional parece echar esa posibilidad por la borda.
Próxima “guerra del mundo libre”
Las familias de los alrededor de 220 secuestrados emitieron un comunicado. “¡Qué vergüenza darle legitimidad a los crímenes contra la humanidad cuando se trata de judíos! ¡Las declaraciones del secretario general de la ONU son escandalosas!”, se lee en parte del texto.
Pero estas reacciones son solo la punta del iceberg. El mundo se encuentra sumido en guerras y conflictos que escalaron en los últimos años, poniendo en riesgo las relaciones entre Oriente y Occidente. Precisamente esto fue algo que advirtió Cohen en la ONU. “Occidente es el próximo” en lo que denominó “la guerra del mundo libre”. El funcionario también aprovechó para dejar claro que “los terroristas no tienen en mente solo la destrucción de Israel: su sueño es el mundo entero”.
Mientras en la sede de la ONU se dan estos desencuentros, tanto en Gaza como en territorio israelí la tragedia continúa. Según recientes informes, el número de palestinos muertos en Gaza es de unas 5087 personas; en Israel se contabilizan unas 1400 muertos, la gran mayoría en los atentados de Hamás del 7 de octubre.