PARÍS – Francia pronostica que el crecimiento se desacelerará sustancialmente el próximo año en la segunda economía más grande de la UE, en medio de los temores de una recesión en la vecina Alemania, ya que la situación económica en Europa se ve afectada por el impacto de la guerra de Rusia en Ucrania.
El presupuesto de Francia, presentado el lunes en una reunión de gabinete, se basa en un crecimiento previsto del 1% el próximo año, por debajo del 2,7% estimado este año.
Mientras el país se enfrenta al alza de los precios de la energía y los alimentos, el ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, dijo que se espera que la inflación en Francia alcance el 6 % en los próximos meses y el 4 % a finales del próximo año.
También el lunes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con sede en París, dijo que anticipa un crecimiento casi plano el próximo año en la zona euro de 19 países, en gran parte debido a una recesión en Alemania, donde se espera que el producto interno bruto se contraiga 0,7%.
Las predicciones de la OCDE sitúan el crecimiento de Francia en un 0,6% el próximo año.
El gobierno francés emitió este mes un plan de 16.000 millones de euros (16.000 millones de dólares) para limitar los aumentos de los precios del gas y la electricidad en Francia en un 15 % el próximo año.
“Creo que lo que diferencia a Francia de muchos países europeos es que el poder adquisitivo en 2023 seguirá aumentando, especialmente gracias al tope en los precios de la energía”, dijo Le Maire en una conferencia de prensa.
El costo de la medida se paga parcialmente con contribuciones financieras obligatorias de los productores de energía, dijo. Aquellos que se beneficien de ganancias vertiginosas ayudarán a apoyar a los hogares y empresas franceses afectados por la crisis, dijo.
A principios de este mes, el órgano ejecutivo de la Unión Europea dio a conocer un plan para limitar los ingresos de los productores de electricidad que obtienen ganancias extraordinarias debido a los efectos de la guerra de Rusia en Ucrania, y dijo que la propuesta podría recaudar $ 140 mil millones para ayudar a las personas afectadas por la escalada de los precios de la energía.
Francia no ha introducido un impuesto sobre las ganancias inesperadas para las empresas de energía. La oposición de izquierda al gobierno francés está presionando por un referéndum y propuso un proyecto de ley la semana pasada para crear dicho impuesto.
La semana pasada, los legisladores franceses cuestionaron a las empresas que se benefician de las subidas de los precios de la energía, como los gigantes franceses TotalEnergies y Engie.
El CEO de TotalEnergies, Patrick Pouyanné, dijo que la compañía pagará $ 30 mil millones en impuestos en todo el mundo este año.
Sin embargo, en Francia, las principales actividades del grupo, relacionadas con la refinería y la venta de combustible, estaban perdiendo dinero en años anteriores, dijo. Agregó que el precio tope del gas y la electricidad en Francia impide que la compañía obtenga ganancias extraordinarias en Francia este año.