Durante los últimos días he entrevistado por mi canal de YouTube (El Canal de Nitu) a varios venezolanos conocedores de la realidad nacional, entre ellos, expertos en encuestas y procesos electorales, así como especialistas en asuntos de seguridad. Por supuesto también he conversado privadamente con diversas personas muy bien informadas.
En este sentido, quisiera presentar a los lectores de La Gaceta mis conclusiones sobre las elecciones que se llevarán a cabo el próximo 28 de julio en Venezuela.
- La líder opositora María Corina Machado ya derrotó política, psicológica y moralmente al régimen de Nicolás Maduro. Hago mías las palabras del jurista, político y escritor venezolano Asdrúbal Aguiar quien afirma: «Si aún se acepta en el siglo XXI que la democracia es soberanía del pueblo, que elige y no solo vota, puede afirmarse que María Corina Machado ha derrotado democráticamente al despotismo de Nicolás Maduro Moros».
- La campaña del chavismo ha sido torpe, errática, mal manejada y sin discurso. La peor de todas desde 1998 hasta la fecha. En contraste, la campaña de la oposición, no solo ha sido solo electoral, sino existencial. El pueblo está movilizado porque entiende que el 28 de julio se juega la vida.
- Todas las encuestas serias pronostican el triunfo del candidato opositor Edmundo González Urrutia -designado ante la ilegítima inhabilitación de Machado-. Algunos de estos sondeos otorgan una ventaja de 6 a 1.
- La única manera como Maduro pueda ser proclamado ganador es por medio de un fraude masivo, mucho mayor que los que el chavismo ha perpetrado en el pasado. Si Maduro decide robarse la elección, no es seguro que lo respalden las Fuerzas Armadas, el único soporte que le queda a la dictadura. De todas maneras, Maduro cuenta con agentes cubanos para tratar de reprimir al pueblo.
- Aún en el caso de que Maduro permanezca en el poder, comenzará un proceso de deterioro acelerado que precipitará su caída semanas o meses después, en condiciones mucho peores para él.
- Como se sabe derrotado y rechazado por el pueblo venezolano, el régimen madurista será capaz de hacer cualquier cosa -y cualquier cosa es cualquier cosa- para mantenerse en el poder. Por lo tanto, los próximos días y los posteriores al 28 de julio, serán de mucho peligro.
Luz al final del túnel luego de 25 años
Por ello, el acompañamiento de la comunidad internacional, aunque sea desde la distancia, será de vital importancia para forzar a Nicolás Maduro a reconocer su derrota y abandonar el poder sin provocar hechos de violencia.
Y es que, como nunca antes, Venezuela tiene una enorme mayoría de ciudadanos dispuestos a votar a pesar de la posibilidad que el régimen despliegue todo su abanico de fraude. Pero, además, está resuelto a defender los resultados. Por otra parte, la dirigencia chavista madurista se ve fracturada y su militancia en desbandada. Mientras la verdadera oposición cuenta no solo con el electorado harto de tanta represión sino además, con un liderazgo confiable y dispuesto a llegar hasta el final, es decir: ganar y cobrar.
Por primera vez en 25 años están dadas las condiciones para que se produzca un cambio de Gobierno en Venezuela. Los demócratas del mundo entero deben colaborar para que eso ocurra. El pueblo venezolano merece ser libre.