Dr. Genaro Mosquera,
Agosto, 2024
Se está generando un conflicto social que no hay fuerza que la detenga, buena parte de él es un desiderátum democrático frente a la formidable represión del régimen aferrado al poder, defendiendo lo indefendible, negando el proceso electoral que les fue desfavorable totalmente y que perdió la base popular. Toda la sociedad civil necesita un cambio y, el régimen se niega egoístamente intentando preservar sus intereses y, lo más importante, los intereses geopolíticos de los países del Este, las políticas del Foro de Sao Pablo incluyendo la intervención de los cubanos en Venezuela y de su escalada invasora cuales vulgares mercenarios.
Hoy, las circunstancias electorales no parecen diferentes a aquellos escenarios anteriores, fraudulenta, apoyada en el poder de los organismos institucionales del estado el cual fue secuestrado apoyado en las armas y, de la acción vergonzosa de sus ilegítimos representantes las pandillas de paramilitares y de un sector militar. Dieron la patada a la mesa a un proceso democrático anunciando de la manera más grotesca, ilegítima y aprovechadora una ganancia que no les pertenece y como consecuencia han, desatado una crisis social total cuyas consecuencias están por verse en los días mediatos.
El desconocimiento del resultado electoral, con argumentos insostenibles pretenden falsear la data e imponer artificialmente resultados fraudulentos emulando lo conseguido en el 2018 donde hicieron otros tanto, por cierto, fraude demostrado en el tiempo y el cual produjo sanciones penales que no se cumplieron por el desprecio, y colaboración oportunista de aprovechadores del régimen y de los que llaman colaboracionistas que en su momento ni siguiera se pronunciaron.
La dictadura ya se ha manifestado de no reconocer un triunfo legítimo, apoyándose en el TSJ, Fiscalía, CNE, están usando argumentos seudo legales y recibiendo instrucciones directas de la fuerza combinada del gobierno comunista de Cuba, líneas estratégicas del Foro de Sao Pablo y apoyo geopolítico interesado de Rusia, China e Irán. Perfeccionan procedimientos ilegales para la persecución abierta y el cierre comunicacional, convirtiendo a los medios en centros de propaganda, poniendo a su antojo la programación so pena de cárcel y tortura, es decir, aplicando el clásico esquema socialista complementado en la pretensión de eliminar a los liderazgos de la sociedad civil.
La respuesta democrática e institucional internacional tiene una narrativa diplomática muy clara sobre la problemática de fondo que es el reconocimiento del triunfo opositor, pero no se puede confiar en los poderes públicos secuestrados por el régimen, incluso. ni en el sector militar, cuyos integrantes están directamente involucrados en un proceso electoral fraudulento. Frente a ello, existe la convicción de la comunidad internacional que observa y reconoce que no solamente intentan robarse la elección, sino que ponen en riesgo el sistema democrático y, por tanto, tienen que tomar determinaciones claras o van a tener nuevos problemas que contribuirán a la pérdida de las democracias, y en la práctica, nuevas migraciones masivas- Se debe reconocer que hay intereses geopolíticos que marcan una diferencia importante entre países y eso genera un escenario externo complicado que tiene incidencia directa en la solución a corto plazo del problema de legitimar las elecciones en Venezuela.
Frente a esta situación, la crisis del país político se agrava, la insatisfacción se cuela hasta los huesos en la población, la adrenalina y la impaciencia afloran y, solo esperan una convocatoria a la calle para arremeter contra el régimen a costa conociendo el riesgo de las pérdidas de vida sin importar la respuesta violente de las huestes paramilitares y militares que intentarán impedir las manifestaciones, pero también, están conscientes de que esas fuerzas también desean un cambio en una proporción comprometedora y por tanto, el enfrentamiento entre ellos es posible que se produzca y que como consecuencia perderán el control y, sus resultados finales pueden ser muy graves para ellos incluyendo, huidas de funcionarios, y quien sabe, también les podrá costar la vida a muchos dirigentes y esbirros del régimen, y su caída y salida del poder.
Existe una alternativa de paz como una opción pacífica que es despreciada olímpicamente por el régimen negando a considerar el triunfo de la oposición, sin embargo, puede ser la vía más saludable para el riesgo que toman ante un pueblo molesto al máximo. Ante la irreductible y aparente posición del régimen. el miedo es la clave. Tienen miedo de perder el poder y convertirse de carcelarios a encarcelados, de perder sus fortunas y estabilidad. Pues ahí está la clave para descodificar su postura.
El tema hay que examinarlo a la luz de la globalidad que se metió en el país representado por los intereses rusos, chinos e iranies, del movimiento progres, representado por el Foro de Sao Pablo, los intereses de la guerrilla, del narcotráfico y, de una red empresarial ilícita. Dentro de ese contexto la vía pacífica a través de negociaciones claras puede lograrse a cambio algunas de concesiones orientadas a: garantizar los intereses y contratos comerciales chinos, conciliar con los gobiernos socialistas de la región para la convivencia democrática y no intervencionista y, proporcionar inmunidad nacional a los dirigentes del régimen garantizando su supervivencia y enlace un periodo de transición y de paz
A cambio: liberar a los presos políticos, suspender la judicialización de la oposición, y acordar convocar las elecciones de alcaldes, gobernadores y diputados a la Asamblea Nacional con supervisión internacional en diciembre de este año y establecer una comisión de enlace dentro de los cánones legales con los privilegios de un presidente electo.
Todo eso es posible venciendo la posición personal irreductible del presidente en ejercicio y de los siniestros personajes que actúan como titiriteros del poder, y a través de un acuerdo usando la palanca de un árbitro con experiencia como es el caso de Noruega, quien tiene la autoridad moral para convocar a la diplomacia china, brasileña, norteamericana y la representación diplomática de un representante latinoamericano, quienes con su capacidad negociadora acercar las acciones del presidente electo y del presidente en ejercicio para esa transición en paz y, finalmente lograr la salida a la grave crisis social, recuperar la gobernabilidad y cumplir los deseos de la voluntad de cambio del pueblo venezolano.
La influencia de personalidades políticas nacionales e internacionales y el deseo de paz en lugar de una explosión social que puede ser dolorosa.