El presidente izquierdista de Chile, Gabriel Boric, está entre las 100 personalidades más influyentes de la revista Time porque “combina la responsabilidad fiscal con una economía más competitiva, mejores protecciones sociales y condiciones de trabajo, igualdad e inclusión social y protección del medio ambiente”. Para Time el mandatario “está haciendo de Chile nuevamente el laboratorio social, económico y político del mundo”. Él celebra en sus redes sociales. Sin embargo, el tino para estas ponderaciones es debatible.
La revista le otorgó una portada al socialista Luiz Inácio Lula da Silva en detrimento de Jair Bolsonaro, pese haber ganado el sondeo del medio por amplio margen para ser el personaje del año en 2021.
“Boric tiene como gran galardón haber ganado las elecciones pero eso solo le importa a la extrema izquierda mundial. Hoy está lejos de ser considerado una figura influyente en opinión pública cuando ocupó un discurso para ganar elecciones y da vueltas en otro para gobernar”, afirma Sebastián Torrealba, excongresista, de Renovación Nacional en entrevista con PanAm Post.
Torrealba lo conoce. Ambos compartieron cuatro años en el Parlamento y “frente a la violencia Boric siempre miraba a los lados, incluso la justificó durante mucho tiempo. Ahora los movimientos juveniles saben que será incapaz de poner mano dura contra los delincuentes y los terroristas en la Araucanía”.
Incluso, subraya que a “Gabriel Boric dentro de la Convención Constitucional tampoco lo están escuchando porque el proceso se ha radicalizado”. En el Congreso, no es distinto. Sus bancadas rechazaron la propuesta de un «Estado de emergencia intermedio» para abordar los ataques en la Macrozona Sur.
Otra realidad
La revista está ciega. En Chile, el mandatario arroja 50 % de desaprobación en las encuestas por el fracaso en el manejo del conflicto mapuche, orden público y seguridad. Las protestas estudiantiles que Boric impulsó y lideró desde la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) ahora “hacen un daño a la democracia”, según Camila Vallejo, su vocera de gobierno.
“Es probable que el actual gobierno del presidente Gabriel Boric, al ver varias de sus actuaciones como oficialismo, sienta algo de vergüenza de la oposición que fue”, asegura Torrealba. Es cierto. Dos buses del Transantiago —recién adquiridos, con calefacción, conexión a internet y zona exclusiva para discapacitados— quedaron reducidos a un amasijo de hierro por encapuchados mientras otro incendio consumió a las oficinas administrativas en el Instituto Nacional.
Fuente: Panampost