Una de las preguntas que persistió en la opinión pública por la retirada de tropas de Afganistán es por qué el presidente Joe Biden ordenó una evacuación tan desordenada, sin mantener al menos un núcleo de defensa en ese país, teniendo en cuenta la amenaza del movimiento talibán. Aunque el mandatario toma las decisiones, detrás tiene todo un equipo de estrategas y asesores. Entonces ¿Qué falló? ¿Por qué funcionarios de alto rango no evitaron la tragedia que finalmente ocurrió?. La respuesta fue develada por altos funcionarios militares de Estados Unidos en el Congreso.
Biden sí fue asesorado. La recomendación fue de mantener 2500 soldados en Afganistán porque retirar totalmente las tropas conduciría “inevitablemente” al “colapso” del ejército y del gobierno afgano. Las palabras, replicadas por el Washington Examiner, pertenecen al general de la Infantería de Marina y jefe del Comando Central (CENTCOM), Frank McKenzie. Su colega, el general y presidente del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley, coincidió con esta sugerencia.
Ambos declararon ante el Comité de Servicios Armados del Senado, refutando la mentira de Biden, quien días antes aseveró que nadie le hizo tal recomendación de los 2500 soldados. «No. Nadie me dijo eso que yo recuerde», declaró en una entrevista en agosto a ABC.
El caos y la derrota que empañaron al Gobierno de Biden amenazan con agudizarse tras esta revelación de los funcionarios del Pentágono. Milley aseguró ante la Cámara alta que su «evaluación fue, en el otoño de [2020], y se mantuvo constante en todo momento» con la posibilidad de aumentar a 3500 militares para pasar «a una solución negociada».
Se cae la mentira de Biden
Fueron muchas las consecuencias que dejó la caótica retirada de las tropas estadounidenses del país centroasiático: miles de evacuados, escenas de horror de personas tratando de huir y el atentado en las afueras del aeropuerto de Kabul. Ese ataque provocó la respuesta del Ejército estadounidense, que en lugar de dar con un objetivo de ISIS-K, terminó asesinando a 10 civiles, siete eran niños. Fue precisamente el general McKenzie quien salió ante los medios pidiendo disculpas. Esto, quizás pudo haberse evitado si Biden lo hubiera escuchado.
También hay que hacer mención al excomandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán desde 2018, el general del Ejército, Austin «Scott» Miller. Él ofreció su testimonio ante el Senado a mediados de septiembre. Afirmó haber aconsejado a los superiores que dejaran algunos miles de soldados y no ejecutaran una retirada completa. Es decir, los consejos para Biden salieron de varios de sus funcionarios.
El presidente del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley, se negó a comentar sobre sus discusiones específicas con Biden. Pero cuando se le preguntó al jefe del CENTCOM, Frank McKenzie, si Miller discutió su recomendación con el mandatario, este respondió a los legisladores que creía que su opinión «fue bien escuchada».
La Casa Blanca quiere contener las reacciones
Desde Washington están tratando de contener el escándalo desatado tras las declaraciones de los altos mandos militares que echan por tierra la mentira de Biden. La secretaria de prensa, Jen Psaki, publicó el siguiente mensaje en Twitter: «Como Biden dijo a ABC, poner fin a la guerra en Afganistán era de nuestro interés nacional. Dijo que el consejo estaba dividido, pero el consenso de los principales asesores militares era que la estancia de 2500 soldados significaba una escalada debido al acuerdo del gobierno anterior».
La aclaratoria es imprecisa y falsa. En la entrevista, Biden fue tajante respondiendo que «nadie» le dio ese consejo. Y si hay dudas, la transcripción de la entrevista está a la orden del público. Adicional, el mandatario demócrata ha dicho anteriormente que los generales fueron «unánimes» en su evaluación de que el Ejército debería completar su retirada a finales de agosto. Pero tal consenso solo ocurrió después de que el presidente anunció su decisión de irse a pesar de sus recomendaciones de quedarse, dijeron numerosos funcionarios citados por The Washington Post. Las consecuencias que pesan sobre los hombros de Biden están lejos de desaparecer, eso quedó claro con el testimonio de los altos funcionarios militares ante el Senado.
Fuente: PanamPost