QUITO- La canciller de Ecuador, Gabriela Sommerfeld, calificó el jueves de «muy fuertes» los dichos del dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, en los que cuestiona la forma en cómo el presidente Daniel Noboa gobierna a Ecuador.
«Fueron muy fuertes las declaraciones de ayer de Maduro», dijo la diplomática en la primera reacción de Quito desde la declaración del dictador venezolano ante magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Ofensas del dictador
«No te conozco, Noboa, eres muy joven (…) tienes que estar preocupado por tu país, que no gobiernas tu país, que llegaste a abrirle las puertas al Comando Sur (de Estados Unidos), al diablo. Ocúpate de tu país, que tienes un berenjenal y no sabes qué hacer», dijo Maduro.
«Estás amenazando a Venezuela desde Ecuador, Noboa. No le abras las puertas de tu país al diablo y te digo algo que es peor, piénsalo bien cuando te vas a meter con Venezuela. Mírame a los ojos, el que se mete con Venezuela se seca y te vas a secar, deja de meterte con nosotros», advirtió el dictador venezolano.
Postura del gobierno de Ecuador con Venezuela
Daniel Noboa, es el mandatario más joven en la historia ecuatoriana, expresó que no reconocerá los resultados de la elección presidencial de este año en Venezuela luego de que el TSJ oficialista, decidió mantener la inhabilitación política por 15 años contra María Corina Machado, ganadora de las internas de la oposición para ser la candidata que enfrente a Maduro.
El mandatario ecuatoriano manifestó que apoya las «elecciones libres en Venezuela, que exista transparencia en ese acto democrático, que se fortalezca la democracia», según Sommerfeld.
«Relaciones diplomáticas»
La canciller de Ecuador indicó que junto al mandatario evalúan si contestan a Venezuela. «Hay que tomar las cosas con calma, no se puede responder con el estomago o con el hígado (…) es importante ser prudentes, pero contundentes con las posiciones y la política exterior», precisó.
Ecuador rompió relaciones diplomáticas con Venezuela en 2019.
Noboa, en el poder desde noviembre para un período de 18 meses, sostiene una guerra contra grupos narcotraficantes que en enero arremetieron contra el Estado y la población. Una veintena de personas murió en la ola violenta y más de 200 policías y guardias penitenciarios fueron tomados como rehenes temporalmente dentro y fuera de cárceles.
El gobernante declaró al país en conflicto armado interno y recibe apoyo de Estados Unidos en su lucha contra el narco.