El nuevo primer ministro de Perú, Walter Martos, solicitó este martes al Congreso el voto de confianza a su investidura, con una invocación a la unidad nacional que permita terminar con la crisis política y enfrentar el duro embate de la epidemia de la COVID-19 en el país.
«Esta mañana quiero apelar a ese coraje y entereza para reafirmar la voluntad de nuestro Gobierno de adoptar todas las medidas a nuestro alcance para superar la emergencia sanitaria y económica», señaló Martos durante su presentación ante el pleno parlamentario.
El nuevo primer ministro, un general retirado del Ejército peruano de 62 años, enfatizó que Perú enfrenta «una nueva guerra», con un enemigo que «no pretende despojar nuestra soberanía territorial ni alterar nuestras fronteras, sino poner en riesgo la vida, la salud y la integridad de todos nosotros».
Martos pidió el voto de confianza tras jurar el jueves pasado en reemplazo del jurista Pedro Cateriano, quien debió renunciar tan solo 19 días después de asumir el cargo, luego de que el Congreso rechazara su solicitud y abriera una nueva crisis política en pleno embate de la pandemia global.
Tras su presentación, el Congreso inició un debate que se prevé durará hasta horas de la noche, en el que las sensaciones iniciales permitían vislumbrar que en esta ocasión el primer ministro obtendrá el apoyo de la cámara.
CAMBIO DE RUMBO
Al iniciar su discurso, Martos remarcó que pondría énfasis «en lo urgente y lo inmediato», por lo cual se centró en la lucha contra la epidemia, que tiene a Perú como el séptimo país en el mundo y el tercero en Latinoamérica con mayor cantidad de casos.
«O vencemos unidos, o seremos derrotados impasiblemente por este enemigo silencioso, que es la pandemia», enfatizó el exgeneral a diferencia de Cateriano, quien se concentró en detallar planes de recuperación económica que llevaron a la oposición a acusarlo de ser «proempresa» y negar el voto favorable a su investidura.
Entre numerosos detalles, Martos mencionó los planes de ampliación de los programas de control sanitario a todo el país, la continuidad de la vigilancia de las fuerzas armadas, la ampliación de la capacidad de atención hospitalaria y que «el acceso oportuno a la vacuna contra la COVID-19 es un objetivo nacional».
ACCIONES SANITARIAS
Martos adelantó que el Consejo de Ministros aprobará este miércoles un decreto con «medidas complementarias que ayuden a revertir» la situación sanitaria en el país, que actualmente reporta más de 483.000 casos y más de 21.000 fallecidos por la epidemia.
«Si no contenemos la enfermedad, será difícil avanzar con la reactivación de nuestra economía», indicó antes de señalar que el Gobierno apoya el desarrollo de una vacuna nacional, pero también hace gestiones «con diversos gobiernos y los más importantes laboratorios farmacéuticos» del mundo para iniciar ensayos clínicos en el país que permitan «asegurar precios preferenciales y condiciones favorables» en el acceso a la inmunización.
El primer ministro también anunció que el próximo jueves se presentará una nueva actualización de las cifras confirmadas de decesos causados por la enfermedad, ya que una comisión especial evalúa el gran número de fallecidos que no cuentan con un examen que certifique si fueron víctimas de la COVID-19.
Martos incidió, además, en la atención especial que requieren los pueblos indígenas y originarios ya que, según dijo, la epidemia «ha agravado la situación de vulnerabilidad en la que se encontraban debido a brechas de acceso a servicios básicos».
SITUACIÓN ECONÓMICA
Al referirse a la situación económica del país, Martos enfatizó en que la inversión pública «es la principal herramienta para impulsar el cierre de brechas del país» y cumplirá «un rol importante en la reactivación de la economía» en el corto plazo, al impulsar el empleo y la inversión privada.
El primer ministro detalló que, en lo que va de este año, la inversión pública ha caído en 35 %, por lo que el principal objetivo de su gestión será que se incremente en 20 % durante el segundo semestre de este año y crezca al menos en 10 % en 2021.
Para ello, indicó que se invertirán cerca de 20.000 millones de soles (5.882 millones de dólares) en lo que resta de este año y otros 35.000 millones de soles (10.294 millones de dólares) para 2021, unos montos que «generarán un efecto importante en la recuperación» de la economía peruana.
«La reactivación tiene dos aristas, la económica y la social. Estos dos procesos están muy relacionados. La reactivación económica ya está en marcha, prueba de ello son los indicadores adelantados del PIB y el empleo que muestran que la economía peruana se está recuperando de manera rápida y significativa», sostuvo.
POSICIÓN FAVORABLE
El discurso de Martos generó, en principio, una recepción favorable de los legisladores, quienes destacaron su «empatía y humildad», así como la «buena actitud» de ofrecer un mensaje conciliador y centrado en el combate a la epidemia.
Entre ellos, el legislador Moisés Gonzales Cruz, de Alianza Para el Progreso (APP), aseguró que «el futuro del país depende del Poder Ejecutivo» y saludó que Martos haya anunciado que «el Estado estará más presente en todas las regiones».
«Las cifras que tenemos en el país no son buenas, son tristes», remarcó luego de que el también legislador fujimorista Diethell Columbus saludara la ratificación en el cargo de la ministra de Salud, Pilar Mazzetti, a quien consideró «clave en la lucha contra este desangramiento que tiene la patria».
Al concluir su discurso, Martos se dirigió a los legisladores para reiterar que el pueblo peruano necesita que trabajen juntos «en estos momentos sumamente difíciles que vive el país».
«Podremos cometer errores propios de este escenario de guerra e incertidumbre que vivimos en este momento, podremos dejar de atender a algunas regiones por las múltiples necesidades y escasos recursos; pero que jamás nos digan que no fuimos capaces de unirnos y agotar hasta nuestro último aliento para apoyarlos», concluyó.
Fuente: La Vanguardia