En lo económico, se asomó una argentinización de Colombia apenas Gustavo Petro resultó electo presidente y los mercados reaccionaron negativamente ante la desconfianza por el arribo al poder de un socialista confeso. En lo político, los acercamientos con el régimen de Nicolás Maduro –que incluyen dos viajes a Caracas–, así como el reciclado discurso «antimperialista» que impulsó el fallecido Hugo Chávez, mostraron a los pocos meses de haber asumido la Presidencia que el líder el Pacto Histórico podría estar empujando el país a una venezolanización. Y en lo social, con la excusa de cumplir con las promesas relacionadas con la utópica igualdad, teniendo como bandera la reforma al sistema de salud presentada este lunes, el camino marcado por la vicepresidente Francia Márquez desde La Habana pareciera indicar que el proyecto del «cambio» da sus primeros pasos hacia una futura cubanización de Colombia.
«Hay una disputa muy fuerte en términos de la reforma a la salud que se está proponiendo. Es quitarle el negocio a la élite, a sectores privados, que volvieron la salud una mercancía, no un derecho fundamental. La salud preventiva que ustedes han tenido aquí como un eje central es parte de lo que hoy queremos hacer en Colombia. Así que yo creo que la experiencia que ustedes han tenido en términos del sistema de salud, lograr que en Cuba se formen a los mejores médicos del mundo, es parte de la experiencia y del camino que necesitamos en Colombia», dijo Francia Márquez el fin de semana desde la capital cubana, donde asistió a la Feria Internacional del Libro en nombre del gobierno colombiano.
Colombia: ¿Próximo destino de los médicos cubanos?
¿Será entonces Colombia el próximo destino de las misiones de médicos cubanos en el extranjero? La vicepresidente intentó escapar de la polémica asegurando que sus palabras fueron «tergiversadas». Sin embargo, reiteró que Cuba «tiene los mejores médicos y especialistas del mundo». Una afirmación hecha por todos los gobiernos de izquierda de la región que han terminado desplazando a sus profesionales de la salud por médicos cubanos sometidos a un sistema de explotación que sirve a la dictadura para financiarse y extender su permanencia en el poder. Ha ocurrido en la Venezuela chavista, en el Brasil de Luiz Inácio Lula da Silva –en sus dos primeros mandatos– y más recientemente en el México de Andrés Manuel López Obrador, donde las denuncias de congresistas opositores indican que «el 95 % de lo que se paga por ellos se lo queda el régimen».
La reforma al sistema de salud en Colombia radicada este lunes ha demostrado tener un propósito político e ideológico. Tanto Gustavo Petro como Francia Márquez han repetido como si se tratara de un slogan de campaña que «la salud no puede ser un negocio ni el paciente un cliente». Una afirmación carente de observaciones técnicas. Como en todo gobierno socialista, el objetivo de esta reforma es aumentar la dependencia del Estado. Así lo admitió Márquez desde Cuba un par de días antes de que se presentara el documento de 180 páginas que contiene el proyecto de ley de 152 artículos.
Mayor estatismo, riesgo de corrupción y facultades extraordinarias
Entre los puntos más controversiales está la progresiva desaparición de las actuales Entidades Promotoras de Salud (EPS) que paulatinamente serían sustituidas por un sistema bautizado como APRIS (Atención Primaria Integral y Resolutiva en Salud), que a su vez sería controlado por la Nueva EPS, que es de financiación pública, actuando como una especie de Seguro Social.
Tal como advirtió el exministro de Salud, Fernando Ruiz Gómez, en una reciente entrevista concedida a PanAm Post, esta reforma viene con «un alto riesgo de corrupción», debido a la cantidad de recursos que serán administrados por el Estado. Y efectivamente el proyecto establece que los fondos de la salud en las regiones como contratación, planeación y ordenamiento del gasto pasarán a manos de gobernadores y alcaldes.
Además, en el penúltimo artículos (el 151) se incluyen seis «facultades extraordinarias al presidente de la República por el término de seis meses» a partir de la entrada en vigencia de la ley. Y una de estas (la cuarta) es excesivamente amplía y ambigua, pues habilita al jefe de Estado para «modificar y complementar las normas en materia de salud pública». ¿Alguien pone en duda que Colombia será el próximo destino de los médicos cubanos?
Marchas y contramarchas
Las reacciones de la oposición no se han hecho esperar. De hecho, para este miércoles 15 de febrero está convocada una marcha contra las reformas de Gustavo Petro. Pero antes, es decir, este martes 14, el oficialismo tomará las calles con contramarchas en apoyo a las medidas del gobierno. Una estrategia política ideada por el castrismo desde los inicios de la «revolución» que luego fue implementada por el chavismo y que también ha sido imitada por el kirchnerismo, lo que demuestra que la eventual argentinización de Colombia ha quedado atrás para dar paso a una venezolanización que, sin duda, con esta reforma al sistema de salud ya apunta a una cubanización.