Las consecuencias del pedido de 12 años de prisión del fiscal Diego Luciani contra Cristina Fernández de Kirchner siguen multiplicándose todos los días. El kirchnerismo, agradecido. Todo lo que corra el eje del debate y aleje de la opinión pública las pruebas de la malversación de fondos en la provincia de Santa Cruz, viene bien. Lamentablemente, los medios y la opinión pública muerden el anzuelo permanentemente y todas las barbaridades que dicen los voceros del Frente de Todos se convierte en agenda. El último delirio fue la sugerencia de ocupar la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con el poder central de Nación.
Lo que les abrió la posibilidad de este insólito debate fue el operativo que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, puso en las inmediaciones del domicilio de CFK. La presencia de miles de manifestantes kirchneristas revolucionó uno de los barrios tradicionales de la capital, donde Larreta suele ganar cómodamente, por lo que las protestas de los vecinos terminaron poniendo nervioso al intendente, que mandó a la policía de la ciudad a vallar la cuadra, para darle algo de tranquilidad a los habitantes de la zona.
Claro que los manifestantes kirchneristas terminaron enfrentándose con la policía, generando los disturbios que colaboren con el operativo del corrimiento de la agenda. Cristina terminó improvisando un acto de victimización y el oficialismo comenzó a plantear el debate de la autonomía de la ciudad, que está consagrada en la Constitución Nacional.
“La Constitución no habla de autonomía, habla de que se dicte un estatuto, y además creo que esta ciudad es de todos los argentinos”, dijo impunemente la vicepresidente en su última aparición pública esta semana. Pero, más allá de lo que dice CFK que “cree” que la ciudad es de todos… ¿Qué dice la Constitución Nacional desde 1994?:
«La ciudad de Buenos Aires tendrá un régimen de gobierno autónomo, con facultades propias de legislación y jurisdicción, y su jefe de gobierno será elegido directamente por el pueblo de la ciudad”, señala el artículo 129.
Sin embargo, el kirchnerismo está dispuesto a decir cualquier estupidez que le permita desviar la atención de la causa judicial contra CFK. Ayer, el ministro de Desarrollo de la provincia de Buenos Aires, el camporista Andrés Larroque, argumentó que hay que debatir la autonomía de CABA, solamente porque la ciudad se encuentra dentro del territorio que abarca la provincia.
La historia de la Capital Federal y la Ciudad Autónoma
Históricamente, la capital era regenteada por un delegado del Poder Ejecutivo Nacional. Sin embargo, luego de la primera presidencia de Carlos Menem, la coyuntura política abrió el debate de una reforma constitucional. El riojano, que logró estabilizar la economía luego de la convertibilidad, las privatizaciones y la apertura comercial con el mundo, quería un nuevo mandato presidencial, ya que gozaba del apoyo mayoritario de la población. Sin embargo, hasta ese momento, la Constitución determinaba un solo período de seis años sin posibilidad de reelección. Menem negoció la reforma con la UCR, liderada por Raúl Alfonsín, solicitando que se habilite una reelección, para dos eventuales períodos de cuatro años. El radicalismo le dio los votos, pero entre sus solicitudes pidió la autonomía porteña. Es que el votante capitalino nunca fue demasiado peronista, por lo que la oposición podía hacerse del gobierno de la ciudad capital, aun cuando en la nación estén mandatarios justicialistas. Alfonsín, que se equivocó en casi todo gobernando, aquí tuvo razón: el peronismo no ha pudido poner un jefe de Gobierno en la que que terminó siendo la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Mientras CFK estaba en la Casa Rosada y Mauricio Macri era intendente, la oposición no pudo conseguir la atribución de la policía que venía solicitando. Sin embargo, entre 2015 y 2019, el PRO estuvo al frente de los dos distritos y el expresidente Macri le cedió a la ciudad, gobernada por Larreta, el manejo de la policía. Esto resulta imposible de tolerar para el kirchnerismo.
“La Constitución es clara”
En diálogo con PanAm Post, el abogado Pablo Torres Barthe, el especialista en derecho asegura que no hay ningún argumento del kirchnerismo para abrir una discusión legal sobre las autonomías porteñas. “El kirchnerismo es intolerante al que piensa distinto por naturaleza”, indicó. Para Torres Barthe, este comportamiento “va en línea con el proceder histórico de la izquierda internacional, que siempre fue expansionista”.
Para el abogado liberal, la conducta del espacio político de Cristina se parece a lo que quiso hacer la URSS con Berlín Occidental, o la las incursiones de Corea y Vietnam del Norte en el Sur. “La Constitución es clara y el kirchnerismo no lo soporta. Ante esta situación es necesario mantenerse muy firme”, señaló.