El ventajismo oficialista ha estado a la orden del día durante la jornada de votación de este domingo en Venezuela. El cumplimiento de las leyes electorales se ha aplicado de manera parcializada y a conveniencia del régimen, tal como se ha evidenciado con dos violaciones claras por parte de una empresa encuestadora afín al candidato a la reelección, Nicolás Maduro, medios de línea chavista y hasta por parte del propio presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso. Todo esto bajo el silencio cómplice de la Fiscalía General de República, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) y el propio Poder Electoral, entes cuya obligación es respetar y hacer cumplir las normas.
Y es que la encuestadora Hinterlaces, propiedad de Óscar Schémel, un personaje abiertamente vinculado con el régimen de Maduro, publicó en horas del mediodía una supuesta exit poll con números que por respeto a las leyes PanAm Post se abstiene de mencionar. Pero la violación no solo la cometió esta firma sino también el periódico El Universal y el canal de noticias Globovisión, que de inmediato difundieron dicha fake news de manera impune.
Usuarios en las redes sociales han reclamado al fiscal general Tarek William Saab que haga cumplir las normas en las que él mismo hizo énfasis en las últimas horas y, en consecuencia, arreste a Schémel, ya que según sus propias palabras “quien al margen de la ley usurpe la función del Poder Electoral –y lo advierto aquí de manera clara en medio del Alto Mando político y militar de la nación venezolana– quien usurpe esa función está cometiendo un delito y tiene que estar sujeto a que se le abra una investigación, a que sea procesado y a que sea detenido”.
El tono partidista del presidente del CNE
Estas declaraciones las ofreció Saab en presencia del presidente del CNE, Elvis Amoroso, quien también violó la ley en horas de la mañana con un discurso partidista, alejado totalmente de la institucionalidad de su cargo, al acusar sin pruebas de supuestos vínculos con el narcotráfico a los expresidentes a los que se les impidió el ingreso al país para observar el proceso electoral en calidad de invitados de la oposición y al arremeter contra el bloque político que los invitó, calificándolos como “enemigos de Venezuela”, así como también descalificó al cardenal Baltazar Porras, a quien llamó “mentiroso” por haber abogado por la libertad de opinar y haber recordado que en el país la libertad de expresión está “reprimida”.
Hasta el momento estas violaciones a las leyes electorales han pasado de manera impune, no solo por el hecho de que ni Conatel ni la Fiscalía han aplicado las sanciones correspondientes sino que además el presidente de uno de los organismos encargados de hacer cumplir la ley fue quien la violó de manera flagrante.