La izquierda latinoamericana no actúa sola. Desde el Foro de Sao Paulo y luego desde su recomposición en el Grupo de Puebla se dicta la pauta a los mandatarios que han llegado al poder con el impulso de esta alianza internacional que se ha propuesto expandir el socialismo por la región. No es casualidad que ahora, frente al conflicto en el Medio Oriente que se inició con el ataque del grupo terrorista palestino Hamás a Israel, los gobierno de Bolivia, Colombia y Chile asuman una posición diplomática similar de manera orquestada.
Mientras el Gobierno de Luis Arce rompía relaciones con Israel, Gabriel Boric y Gustavo Petro llamaban a consulta a sus embajadores ante el Estado judío. Se trata de los tres presidentes de izquierda que más recientemente han llegado al poder en Sudamérica con la llamada agenda progresista, en el marco de la segunda ola del socialismo del siglo XXI.
Bolivia rompió relaciones con Israel
Este martes, el vicecanciller boliviano, Freddy Mamani Machaca, indicó que el Gobierno de Luis Arce “ha tomado la determinación de romper relaciones diplomáticas con el Estado de Israel en repudio y condena a la agresiva y desproporcionada ofensiva militar israelí que se realiza en la Franja de Gaza”.
No tardó en sumarse el expresidente Evo Morales, quien aprovechando para marcar distancia con su pupilo político, agregó que romper relaciones diplomáticas con Israel “no es suficiente”. A su juicio, “Bolivia debe declarar al Estado de Israel como un Estado terrorista y presentar una denuncia ante la Corte Penal Internacional”.
Boric y Petro a una sola voz
En paralelo, la Cancillería chilena llamaba este martes a consulta a su embajador en Israel, Jorge Carvajal, debido a las “inaceptables violaciones del Derecho Internacional Humanitario en que ha incurrido Israel en la Franja de Gaza”. Previamente, el presidente Gabriel Boric acusaba al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de estar “violando abiertamente el derecho internacional”.
Y no podía faltar Gustavo Petro, quien ha evitado calificar a Hamás como grupo terrorista pese al ataque a territorio israelí el 7 de octubre que dejó más de 1400 muertos y unos 200 secuestrados. “He decidido llamar a consulta a nuestra embajadora en Israel. Si Israel no detiene la masacre del pueblo palestino no podemos estar allá”, expresó el mandatario colombiano en su cuenta de X (antes Twitter).
El Grupo de Puebla contra Israel
No es un secreto que el Grupo de Puebla se reunió previo a las elecciones en las que los mencionados mandatarios sudamericanos resultaron electos y allí se acordó impulsar sus candidaturas para llevarlos al poder. Tampoco es casualidad que Arce tiene una relación estrecha con Irán, cuyo régimen es aliado de Hamás; que Boric ha mostrado animadversión por Israel desde el inicio de su gobierno, cuando rechazó sin motivos las credenciales del embajador israelí en Chile, el país con más palestinos fuera del Medio Oriente; y que Petro se ha declarado defensor de la causa palestina y tiene una clara posición que pasa del antisionismo al antisemitismo.
Ninguno de ellos toma decisiones de manera individual. Basta con revisar la cuenta de X del Grupo de Puebla para corroborar cómo desde este bloque ideológico se dicta la pauta a sus miembros para que mantengan una posición contra el Estado de Israel y a favor de “garantizar un Estado palestino” condenando los bombardeos del Ejército israelí a Gaza sin fijar una posición firme contra los ataques terroristas de Hamás a Israel.