MIAMI.- Los grupos armados ilegales se están consolidado en algunas regiones de Colombia y persisten con sus tácticas de secuestro, homicidios y amenazas contra la población civil, violando las normativas internacionales de derechos humanos, dijo la Organización de Estados Americanos (OEA) en un informe.
El reporte de la OEA fue revelado poco después que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) secuestrara a finales de octubre a los padres del futbolista colombiano Luis Díaz, del club británico Liverpool, generando un debate sobre la verdadera voluntad del grupo guerillero de dialogar por la paz.
La madre de Díaz, Cilenis Marulanda, fue rescatada pocas horas después del secuestro, mientras que su esposo, Luis Manuel Díaz Jiménez, fue liberado el jueves. El matrimonio fue secuestrado por hombres armados que se desplazaban en motocicletas, en una gasolinera de Barrancas, una pequeña localidad del noroeste colombiano, en la frontera con Venezuela.
“Los grupos armados afianzaron su presencia y expandieron su control en diversos territorios del país”, expresó Roberto Menéndez, jefe de Misión Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia, al presentar el informe ante el Consejo Permanente de la OEA.
«La misión ha constatado homicidios, secuestro, desplazamiento forzados, confinamiento, amenazas y extorsiones, así como la imposición de medidas de control social a la población civil”, dijo.
Se trata del 35° informe semestral sobre las labores de la misión. El reporte abarca los hechos entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2023. Está basado en más de 1.100 misiones realizadas por el grupo de la OEA en 486 centros poblados de 22 departamentos de Colombia.
Para realizarlo, el personal de la OEA recorrió cerca de 159.500 kilómetros por vía terrestre y 3.521 kilómetros por vía fluvial.
Menéndez dijo que su misión está preocupada por las infracciones al Derecho internacional humanitario, especialmente por las graves violaciones a los derechos humanos de mujeres, niños, niñas y hombres.
«Las afectaciones a la población civil hacen que sea impostergable su tratamiento en los diálogos que se impulsa”, expresó en su presentación del informe, en el que hizo un llamado a sumar voluntades de todos los actores involucrados en los esfuerzos de paz.
Colombia firmó en 2016 un acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, que fue la guerrilla más antigua de Latinoamérica. Sin embargo, hasta ahora no ha logrado poner fin a la violencia.
Otros grupos armados como el ELN, el Clan del Golfo y las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) continúan sus acciones delictivas.
El informe de la misión de la OEA destaca que la política colombiana para alcanzar la paz «avanzó significativamente» en la búsqueda de soluciones al conflicto armado por la vía negociada con todos los grupos armados ilegales.
Como ejemplo menciona el “Acuerdo de México: Nueva Agenda de Diálogos para la Paz” al que llegaron el gobierno y el ELN y lo considera como “una hoja de ruta” que guiará al proceso.
Otros de los puntos positivos que señala es la decisión de reconocer al ELN como una organización armada rebelde y reafirmar el carácter político de las negociaciones y diálogos con esa guerrilla.
Sin embargo, remarca que en los territorios donde los grupos armados ilegales (conocidos también como GAI) han consolidado su influencia, persiste la inseguridad y violencia.
«Los homicidios, el reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes (NNA), las amenazas, los secuestros, las extorsiones, el desplazamiento forzado y el empleo de artefactos explosivos por parte de los GAI representaron los principales fenómenos violentos contra la población civil», señala el informe de 36 páginas.
“Estas vulneraciones persistieron en las áreas rurales y ocurrieron de manera recurrente en cabeceras municipales”, remarcó.
Eliminar el secuestro
El secuestro del padre de Díaz generó tensión sobre la mesa de diálogo con el ELN e hizo que el gobierno exigiera tomar “decisiones de fondo” sobre dicha práctica que han mantenido por décadas en el marco del conflicto armado para obtener recursos y presionar políticamente. El Frente de Guerra Norte del ELN, que opera en La Guajira y Cesar, indicó que Díaz fue secuestrado como parte de una misión “económica”.
“Nuestra delegación considera que el secuestro de Luis Manuel Díaz ha sumido nuestro diálogo en una situación crítica y, por ello, ha llegado el momento de tomar decisiones que eliminen el secuestro”, indicó la delegación de paz del gobierno al confirmar su liberación en un comunicado.
La estatal Defensoría del Pueblo exigió el jueves que, así como el padre del futbolista, sean liberados otras personas en poder de distintos grupos ilegales. Según la entidad, entre el 2022 y septiembre del 2023 se presentaron 160 secuestros en el país y 121 liberaciones.
Permisividad con el crimen
Recientemente, el expresidente Iván Duque criticó que en Colombia «estamos viendo actitudes permisivas con el crimen organizado, que casi son contemplativas».
«El hecho de haber desmantelado prácticamente los grupos manuales de erradicación de cultivos ilícitos, no estar persiguiendo activamente a los cabecillas guerrilleros, estar firmando cese al fuego bilateral donde el Estado claudica frente a la amenaza del terrorismo y sobre todo cuando se ve la expansión de cultivos ilícitos y la apertura de nuevas redes de distribución de droga, todo eso lleva a que se debilite el Estado y a que el crimen organizado se sienta fuerte para amenazar al pueblo colombiano», señaló Duque.
Agregó que existe lugares del país sudamericano donde están creciendo delitos como el secuestro, la extorsión y los jefes criminales son nombrados gestores de paz. «Lo que se ve es como una actitud deliberada de darle interlocución y reconocimiento al delincuente mientras se debilita la protección de la fuerza pública», afirmó.