El presidente Giammattei encabezará el diálogo junto con otros altos funcionarios, incluido el ministro de Finanzas (hacienda), Álvaro González, responsable del fallido proyecto de presupuesto que fue aprobado por el Congreso la semana pasada.
El proyecto presupuestario original desató indignación y rechazo en diferentes sectores, según los cuales el plan de gastos no tomaba en cuenta la lucha contra la pobreza -que afecta a 59,3% de los casi 17 millones de habitantes- y tampoco destinaba suficientes recursos a educación y salud.
Tras la aprobación del texto, miles de manifestantes abarrotaron el sábado las calles de la capital para exigir la renuncia de Giammattei.
La protesta tuvo momentos de tensión cuando algunos manifestantes incendiaron oficinas de la sede del Parlamento. La policía reprimió las manifestaciones, incluidas algunas pacíficas y a las que asistían menores de edad, provocando rechazo dentro y fuera de Guatemala.
Naciones Unidas, Amnistía Internacional, la OEA y un grupo de países y organizaciones cooperantes con Guatemala lamentaron la represión y llamaron a un diálogo entre e gobierno y demás actores para buscar una salida a la crisis.
El Congreso unicameral, dominado por el oficialismo y partidos afines a Giammattei, había aprobado la semana pasada el presupuesto para 2021 propuesto por el Ejecutivo por casi 12.800 millones de dólares, el más alto en la historia del país. Pero dio marcha atrás en su decisión ante la ola de rechazo popular.
Con la suspensión del trámite, los diputados tienen hasta el 30 de noviembre para aprobar un nuevo presupuesto, según la ley. De lo contrario, seguirá vigente el que rige en 2020, por unos 10.390 millones de dólares.
Siguen protestas
Aunque las manifestaciones han bajado de intensidad, dirigentes indígenas se congregaron este martes frente a Casa Presidencial, la antigua sede del gobierno y el Congreso, para exigir la renuncia del mandatario y los diputados.
«La manifestación pacífica es para rechazar los actos de corrupción, exigir la renuncia del presidente, la renuncia de los diputados y el cierre del Centro de Gobierno», dijeron los dirigentes indígenas en un comunicado.
El Centro de Gobierno es un «superministerio» creado por Giammattei y dirigido por un amigo personal suyo, que ha sido uno de los principales blancos de la inconformidad de los manifestantes.
En redes sociales circula otra convocatoria para este martes en la misma plaza para criticar que el mandatario «solo hablará del presupuesto» y no de la precaria situación que vive el país por la pobreza, la pandemia del coronavirus y el azote de los ciclones Eta e Iota que este mes dejaron una estela de muertos y desaparecidos en toda Centroamérica.
La indignación de la población surge también por el manejo de la crisis sanitaria por parte de Giammattei, un médico de 64 años, así como el débil combate a la corrupción.
El mandatario ha sido criticado por su propio vicepresidente, la oposición y sectores sociales, que denuncian carencias en los hospitales y deficiencias para atender a los sectores más afectados por los confinamientos.
El Congreso aprobó en marzo préstamos por más de 3.800 millones de dólares para atender la pandemia, pero apenas 15% de esos recursos llegó a la población, según datos oficiales y de oenegés fiscalizadoras.
Datos del Ministerio de Salud indican que el coronavirus ha dejando 4.099 muertos y casi 120.000 contagios en el país.
Fuente: Diario las Américas