Guatemala cumplió el jueves cuatro días consecutivos en protestas que se han focalizado específicamente en la región occidental del país, en medio de las denuncias del presidente electo, Bernardo Arévalo, de la presunta persecución orquestada desde la Fiscalía de la Nación en su contra.
Las manifestaciones han causado bloqueos en puntos viales estratégicos del país centroamericano, donde con ramas y vehículos se ha cortado el tránsito incluso de carreteras que conducen a la zona fronteriza con México, Honduras y El Salvador.
Arévalo, por su parte, realizó recientemente un viaje a Washington, Estados Unidos, donde ha denunciado atropellos al proceso que decantará en su juramentación como el nuevo jefe de Estado de la nación hispanoamericana en enero.
Tras la vuelta del mismo se ha reunido con varias agrupaciones de manifestantes, señalando que «esta es una oportunidad para remarcar ese llamado a que se mantenga la unidad nacional alrededor de una protesta pacífica de rechazo a los intentos de violentar el proceso electoral y constitucional».
En concreto, los manifestantes han pedido la renuncia inmediata de la fiscal general Consuelo Porras y del jefe de la fiscalía contra la impunidad, Rafael Curruchiche, a quienes responsabilizan directamente de las retaliaciones contra el presidente electo.