El régimen cubano informó esta semana que espera una nueva oleada de escasez de gasolina que se prolongará al menos durante los primeros días del mes de octubre, pese a que el dictador Miguel Díaz-Canel dijo que no se tiene previsto a llegar a una situación de «combustible cero».
«Tenemos (países) suministradores que no han podido cumplir o han incumplido sus compromisos con nosotros«, dijo el ministro de Energía y Minas cubano, Vicente de la O Levy, en referencia a los habituales envíos de petróleo que recibe la isla de países como Rusia, México, China y Venezuela.
La escasez de combustible también perjudicará la prestación del servicio eléctrico en un país golpeado por una crisis económica que ha llegado a niveles dramáticos en los últimos años, todo ello bajo la imposición del modelo comunista heredado por Díaz-Canel de manos de la familia Castro. En ese sentido las autoridades de la isla no descartan enviar a muchos empleados y funcionarios públicos a sus casas durante varios días.
Ya entre abril y junio de este año el régimen debió afrontar una gran crisis en el suministro de gasolina. Analistas estiman que gran parte de la problemática cubana deriva de la incapacidad de la nación caribeña para cumplir con el pago del pago del petróleo que importa.