Los índices de precios del Banco Central de Venezuela (BCV) y de la Asamblea Nacional (AN) coinciden en que el país sigue en hiperinflación. El fenómeno económico que supone una inestabilidad marcada en los precios de toda clase de productos suma 33 meses en Venezuela, al punto que ahora las variaciones se dan incluso cuando las referencias de precios aparecen marcadas en dólares.
“La inflación de estos meses viene impulsada por los ajustes en los servicios básicos. Este sector viene de un rezago gigantesco y ahora comenzamos a ver cómo viene entrando en esa carrera. Servicios como la electricidad, el agua o la telefonía tienen tarifas de un dólar o dos dólares, algo que en comparación a los pares internacionales son tarifas mínimas” detalló la economista Ariadna Lira de la firma Económetrica, en entrevista telefónica para Efecto Cocuyo.
Las estadísticas oficiales del BCV marcan que las tarifas asociadas a comunicaciones casi se duplicaron (91,9%) durante julio. Esto supone que servicios como la renta mensual del celular, el Internet o incluso, la televisión por suscripción recibieron “el visto bueno” de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) para llevar sus precios a un nuevo nivel en los meses más recientes.
Por ejemplo, la renta mensual de un celular con un plan de 3 gigabytes disponibles para el consumo de Internet costaba 3.079,80 bolívares en enero 2020. Ahora en octubre, este mismo plan celular cuesta 650.644,81 bolívares. Comparado con el tipo de cambio oficial aún se mantiene en un precio de un dólar y medio, pero supone un incremento de 21.026,20% en bolívares en apenas nueve meses. Este número que se lee en miles ya da cuenta de cómo la hiperinflación sigue viva en comunicaciones y casi en cualquier rubro que se revise en detalle.
¿Salida a la vista?
Cuando se revisan los reportes económicos puede verse que la velocidad de la hiperinflación se redujo, aunque todavía no aparece la salida a la vista. Aquella inflación de tres dígitos de 196,6% de enero del año pasado no volvió a repetirse y ahora el BCV reporta un incremento mensual de precios por debajo de 30% en los cuatro meses más recientes.
“El pueblo venezolano ya ha visto que no hay hiperinflación” aseguró Delcy Rodríguez, ministra de economía del equipo de Nicolás Maduro, esta semana en una entrevista televisiva. Su afirmación, sin embargo, no se ajusta al criterio de la teoría económica.
Para considerar que un país sale de una hiperinflación es necesario que pase todo un año completo sin experimentar una inflación mensual de 50%, de acuerdo con el criterio fijado por Philip Cagan. Esta teoría es la más aceptada entre los economistas para entender la hiperinflación y Venezuela todavía parece lejos de ese escenario.
Si se sigue el indicador del BCV, puede verse que enero con una inflación de 62,2% echa por tierra la afirmación de la ministra de economía. Si se atienden a los marcadores de la Comisión de Finanzas de la AN, tampoco se puede hablar de que Venezuela salió de la hiperinflación. Los registros de enero (65,4%), abril (80%) y julio (55,1%) dejan en claro que no hay una estabilidad alrededor de los precios.
“Cada vez que la inflación marca más de 50%, la cuenta vuelve a empezar. No podemos decir que la hiperinflación pasó, porque además la máquina de la hiperinflación está viva. Todo aquello que nos trajo hasta acá sigue sin resolverse. No conocemos el presupuesto y hay un mal uso de las finanzas públicas” explicó Ronald Balza, profesor de la Escuela de Economía de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), en entrevista a Efecto Cocuyo.
Balza destacó, además, que durante estos 33 meses de hiperinflación los comerciantes descubrieron que muchas veces “el dólar no es una referencia estable y se dan cuenta que tienen que subir también el precio fijado (en dólares) para cubrir sus costos. Eso es a lo que la gente apoda inflación en dólares, aunque no pueda llamarse así”.
Ecoanalítica, por ejemplo, reportó un aumento de 23% en los precios de los alimentos expresados en dólares en el período que empezó con el decreto de cuarentena por el nuevo coronavirus. Esta forma de registrar el avance de los precios muestra que la hiperinflación es algo que va más allá de si los venezolanos deciden pagar con bolívares o con dólares.
La receta económica para que Venezuela deje atrás a la hiperinflación aún no está escrita, aunque los economistas Lira y Balza coinciden en que resolver la crisis política y definir un proyecto nacional para aumentar la producción son dos condiciones claves. Lo único claro ahora es que la hiperinflación venezolana con sus 33 meses camina a ganarse un lugar entre los episodios más largos del mundo, un liderato que en la región lo tiene Nicaragua por haber sumado más de 60 meses en hiperinflación.
Fuente: Efecto Cocuyo