La Policía militar de Honduras ha realizado controles este jueves por cuarto día consecutivo en las cárceles de máxima seguridad de El Pozo, ubicada en el departamento de Santa Bárbara, y La Tolva, en el departamento de El Paraíso, en una nueva ofensiva contra las pandillas tras una reyerta que dejó 46 personas muertas en un penal de mujeres cercano a Tegucigalpa, la capital.
Las Fuerzas Armadas de Honduras iniciaron hace cuatro días, junto a la Policía Nacional, una polémica campaña llamada ‘Operación Fe y Esperanza’ para controlar las cárceles similar a la ofensiva del Gobierno de El Salvador contra las pandillas.
Cerca de 2.000 militares han participado en el operativo. Decenas de presos han sido colocados en el suelo, con pantalones cortos, sin camisa y con las manos detrás de la espalda para realizar una revisión exhaustiva de las celdas, los baños y otras instalaciones de las cárceles, según ha recogido el diario ‘La Prensa’.
Las Fuerzas Armadas y la Policía han requisado en la cárcel nacional de Támara un arsenal de armas que va desde granadas hasta pistolas de distinto calibre.
Las mismas operaciones llevan repitiéndose en distintas cárceles del país desde el lunes, con la incautación de importantes arsenales de armas y otros objetos peligrosos. «La vida y la seguridad de los ciudadanos y sus bienes la garantiza la Constitución.