Honduras se juega el próximo domingo en las elecciones primarias su primera carta en busca de reafirmar la democracia en ese país centroamericano, que en los últimos años se sumergió en una crisis política por las denuncias de fraude en los comicios generales pasados y la ilegal reelección del actual presidente, Juan Orlando Hernández.
Pero en la víspera de los comicios el fantasma de un posible fraude vuelve a aparecer en el pensamiento de muchos de los electores, que no ven credibilidad en el proceso y no encuentran esperanza de un mejor futuro en los nuevos aspirantes, para salir de los problemas que aquejan a ese país, como la corrupción, la inseguridad y la pobreza.
Unos 4,8 millones de hondureños están llamados a votar este domingo 14 de marzo en elecciones primarias e internas en las que participan tres de los 14 partidos políticos legalmente inscritos, para elegir a sus candidatos oficiales, que disputarán los cargos de elección popular en los comicios generales programados para noviembre de 2021.
Los partidos de derecha Liberal y el oficialista Nacional, así como el de izquierda Libertad y Refundación (Libre) se presentan a las elecciones primarias, cada uno con sus propios retos, de cara a las votaciones generales.
La elección servirá para escoger a los candidatos oficiales que buscarán la presidencia de la República en noviembre.
También se elegirá a los candidatos a designados presidenciales (vicepresidentes), 20 diputados titulares y 20 suplentes para el Parlamento Centroamericano (Parlacen). Se escogerá a quienes buscarán las 128 diputaciones en el Congreso Nacional y sus respectivos suplentes, así como a los candidatos para pelear por las 298 alcaldías del país.
El Partido Nacional ganó las últimas tres elecciones presidenciales, ahora busca un candidato que le permita lograr su cuarto mandato consecutivo.
Encuestas muestran profunda desafección política
A criterio del analista político Migue Cálix, cada partido elegirá a su mejor «carta” para las elecciones de noviembre, y para ello le pide su opinión a los militantes y simpatizantes, dijo en entrevista con Deutsche Welle (DW).
Sin embargo, considera que los representantes deben ser lo suficientemente buenos como para que la gente ejerza el sufragio, a pesar del contexto adverso que vive el país, por sonados actos de corrupción de la clase política, así como aquellos achacados al actual gobierno, y la vinculación del mandatario a supuestas actividades de narcotráfico.
Según Cálix, los últimos sondeos realizados revelan que cerca del 50 por ciento de la población demuestra no tener simpatías ni preferencias partidarias.
«Las encuestas mostraban una profunda desafección política hasta ahora, y las elecciones primarias podrían tener una afluencia mermada, tanto por esa desconfianza a la política como por la pandemia de COVID-19”, apuntó.
Es por eso que Cálix piensa que estas primeras elecciones no serán un termómetro para medir la intención de voto en cuanto a lo que pueda ocurrir en noviembre.
«Hay una desconfianza en los políticos más profundizada en estos años, por muchas razones; poco a poco, la gente se ha ido desencantando de la política como un medio para resolver los problemas del país”, sostuvo.
La actual administración es señalada por varios actos de corrupción. El más fresco en la memoria de los hondureños es el mal manejo de los recursos asignados para hacerle frente a la pandemia del coronavirus. A mediados de 2020 se compraron siete hospitales móviles por un precio, supuestamente sobrevalorado, de 48 millones de dólares. Esos hospitales móviles llegaron en mal estado a finales del año y todavía no han comenzado a funcionar.
De igual forma, el presidente Hernández es señalado por una corte de Estados Unidos de tener nexos con el narcotráfico, rumores que cada vez se van haciendo más fuertes. Más aún cuando su hermano Juan Antonio «Tony” Hernández, preso en EE. UU., fue condenado en 2020 por delitos de tráfico de drogas y podría enfrentar una pena de cárcel hasta de cadena perpetua.
Xiomara Castro de Zelaya busca convertirse por segunda vez en la candidata oficial a la presidencia por el partido Libre.
Caras conocidas y alianzas
En la contienda primaria del domingo se presentan varias caras conocidas. En el partido Libre se postula por segunda ocasión en busca de la candidatura oficial para la presidencia Xiomara Castro de Zelaya, esposa del expresidente Manuel Zelaya Rosales, derrocado en el 2009 por un golpe de Estado.
Ella fue la candidata oficial de su partido y perdió las elecciones generales de 2013 frente al actual presidente Juan Orlando Hernández, en unos comicios marcados por las denuncias de fraude, y ahora va como precandidata en seis de los nueve movimientos internos del partido Libre.
Por el oficialista Partido Nacional, se postulan en busca del Ejecutivo el actual presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva, y el alcalde de la capital de Honduras, Nasry «Tito” Asfura. Ambos buscan por primera vez la candidatura oficial de ese partido.
Cualquiera de los dos que gane el próximo domingo tendrá el reto de enfrentar las generales de noviembre con el trasfondo de serios cuestionamientos por actos de corrupción en los últimos tres períodos gubernamentales de los nacionalistas Porfirio Lobo Sosa (2010-2013) y Juan Orlando Hernández (2014-2022).
Mientras tanto, dentro del Partido Liberal hay tres movimientos. Uno de ellos, «Recuperar Honduras», está liderado por el anterior candidato a la presidencia Luis Zelaya, quien en lo comicios generales de 2017 quedó como tercera fuerza política por debajo del Partido Nacional, cuyo jefe era Juan Orlando Hernández. Luego, el movimiento «Esperanza de Honduras», con el comunicador Ángel Darío Banegas. En el tercero, «Movimiento Yanista», se postula como precandidato a la presidencia el empresario Yani Rosenthal Hidalgo, recientemente liberado de una prisión en Estados Unidos, donde cumplió una pena por lavado de activos.
El CNE comenzó el lunes la distribución del material electoral de los tres partidos en contienda en los 18 departamentos del país.
Ante esta situación, expertos consideran que los votantes deben razonar bien a quien le darán su voto, porque de eso dependerá el destino del país para los próximo cuatro años.
«Nosotros a lo largo de este proceso de elecciones primarias, y de cara al proceso más amplio de elecciones generales le pedimos a la ciudadanía, una y otra vez, que piense, que razone, para que no vote por personas vinculadas directa o indirectamente con la narcoactividad, el crimen organizado y con actos de corrupción”, señaló a DW el analista político Josué Murillo.
Murillo detalló que entre los que aspiran nuevamente a cargos de elección popular hay personas que, siendo diputados, votaron contra la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad (MACCIH) y a favor del nuevo Código Penal, fuertemente cuestionado por favorecer la impunidad y otras iniciativas que lesionan los derechos de los ciudadanos hondureños.
Políticos hondureños «vinculados a la narcoactividad»
El experto llamó a no votar,sobre todo, por aquellos que han sido señalados por actos de corrupción revelados por el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), un organismo auditor de la sociedad civil, la MACCIH y la Unidad Fiscal Especializada Contra Redes de Corrupción (Ufecic).
«En este momento tenemos una crisis de liderazgo reales en los partidos políticos, tenemos muchos candidatos y candidatas vinculados con actos de corrupción, y muchos de ellos fueron sometidos a la justicia nacional e internacional por actos vinculados a la narcoactividad”, subraya Josué Murillo.
En ese sentido, considera muy difícil que el pueblo, «entre ese cúmulo de malos políticos, pueda escoger a uno que asuma las riendas del país con integridad y con valores patrióticos”.
El Consejo Nacional Electoral (CNE), como parte del proceso y siguiendo el cronograma electoral, comenzó el pasado lunes (8.03.2021) con la distribución del material electoral por los 18 departamentos del país, comenzando por las zonas más alejadas de Tegucigalpa, donde se encuentra la sede de ese organismo.