BOGOTÁ.- La organización de derechos humanos Human Rights Watch pidió el lunes al presidente colombiano Gustavo Petro no guardar silencio ante las “violaciones de derechos humanos y la crisis humanitaria” en Venezuela, ahora que se restablecieron las relaciones diplomáticas y comerciales con ese país.
La organización plantea que la renovada relación entre Colombia y Venezuela podría ser una oportunidad para obtener compromisos concretos en materia de derechos humanos por parte del régimen venezolano, como la liberación de las personas “detenidas de forma arbitraria” o el aval para que veedores internacionales puedan visitar a los detenidos.
HRW fue expulsada por la dictadura de Venezuela en 2008 luego de denunciar que desde el mandato del extinto Hugo Chávez la democracia se erosionó y el poder judicial no era independiente.
La carta pública firmada desde EEUU por Juanita Goebertus, la directora para las Américas de HRW, resalta como un paso positivo que Petro le pidiese a Nicolás Maduro que ratifique de nuevo la Convención Americana sobre Derechos Humanos, pero lamenta que se evalúe la posibilidad de retirar la remisión de Colombia a la Fiscalía de la Corte Penal Internacional sobre la situación en Venezuela.
La relación entre los dos países dio un giro tras la asunción de Petro al poder en agosto, como el primer presidente de izquierda en la historia de su país. Petro y Maduro iniciaron el descongelamiento de las relaciones luego de tres años de quiebre, tras un cambio político en el que Colombia reconoce a Nicolás Maduro y no al líder opositor Juan Guaidó.
En ese nuevo escenario Maduro aceptó que Venezuela fuera un país garante en la negociación de paz que se reanudó entre el gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), considerada la última guerrilla activa del país.
HRW recordó a Petro que en recientes investigaciones encontraron que presuntamente miembros de las fuerzas de seguridad venezolanas han llevado a cabo operaciones conjuntas con el ELN. El régimen de Maduro ha negado reiteradamente cualquier complicidad o apoyo a la guerrilla.
“Cualquier política de seguridad enfrentará desafíos inmensos si los grupos armados en Colombia pueden usar a Venezuela como retaguardia estratégica y actuar con la colaboración o aquiescencia de las fuerzas de seguridad de Venezuela”, advierte la carta.
La organización de derechos humanos también pide a Petro que considere coordinar estrategias para prevenir la trata de personas y asistir a las víctimas de ese fenómeno que se presenta en la extensa frontera de 2.200 kilómetros entre Colombia y Venezuela, en la que también hay paso de contrabando y narcotráfico.