Hugo Marcelo Balderrama,
Delincuentes como Joseph Stalin, Fidel Castro, Mao Zedong, Vladimir Lenin, Evo Morales, Hugo Chávez y Ernesto Guevara, además de sus primos hermanos, Adolfo Hitler y Benito Mussolini, han cometido los peores crímenes contra la humanidad. Los socialistas han causado la muerte de más de 100 millones de personas, y son directos responsables de la pobreza de muchas naciones de la tierra. Su historial criminal va desde el secuestro hasta el genocidio.
Por ejemplo, el 2 de febrero de 1999, día en que Chávez tomó el poder en Venezuela, no estábamos frente a un simple cambio de gobierno, sino al inicio de una barbarie. Su campaña se basó en una palabra bastante peligrosa: «cambio». No obstante, muy pocos cuestionaron de que se trataba ese mentado cambio. Dos décadas y media después, vemos que el cambio fue la destrucción de la democracia no solo venezolana, sino de toda la región, el sometimiento de Venezuela a la tiranía castrista y siete millones de seres humanos huyendo del hambre.
Por su parte, Evo Morales ha convertido a Bolivia en un satélite de los Castro, la deuda del Estado, sumando la interna y externa, alcanza al 80% del PIB, y las cárceles bolivianas se llenan de presos políticos, que ya incluyen a una expresidente y al gobernador Luis Fernando Camacho.
Después de veinte años de dominio socialista, Bolivia ha sido reducida a la condición de narcoestado. Los sindicatos cocaleros de Evo Morales producen coca y cocaína que es traficada y controlada a través del eje que ha constituido la dictadura cubana en sociedad con varios cárteles de México, Bolivia, Brasil y Colombia.
En Nicaragua, Daniel Ortega y Rosario Murillo han cometido toda una cadena de delitos para sostenerse en el poder, desde arrestar a sus opositores, hasta falsificar elecciones. Pero la detención del obispo Rolando Álvarez y el cierre de varias emisoras de radio de la iglesia católica han mostrado al mundo que no hay una sola institución que se libre del asedio de los grupos delincuenciales que responden a Ortega.
Empero, como una especie de consuelo de tontos, Estados Unidos, el otrora baluarte del mundo libre, también ha visto como varias de sus instituciones republicanas han sido secuestradas por la izquierda, en especial, la que responde al ala radical del partido Demócrata. Veamos. El primer jueves de febrero del 2023, la Cámara de Representantes votó por una resolución que denuncia los horrores y fracasos del socialismo. Si bien, logró aprobarse, 86 demócratas se opusieron a ella y otros 14 solo votaron «presente».
Los representantes azules justificaron su decisión bajo una serie de mentiras, entre ellas, que se pretendía quitarles ayuda social a ciertos sectores de la sociedad estadounidense. Pero el accionar de los demócratas deja en evidencia que no están dispuestos a condenar una filosofía política que ha causado la muerte y el empobrecimiento de millones de personas. Nota aparte, miles de hispanos huyen de las miserias que causan los socialistas en Iberoamérica, pero en Estados Unidos le entregan su voto al Partido Demócrata.
«El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra» es una frase que seguro escuchó. Pero la historia reciente de Iberoamérica nos parece mostrar que no es un tropezón involuntario, sino un enamoramiento con la roca. Pues colombianos, venezolanos, ecuatorianos, argentinos, brasileños y bolivianos hemos elegido ―con el agravante que fue de manera reiterativa― a los cómplices de Fidel Castro. Parece que en este continente tenemos ciertos problemas cognitivos para de ejercer la democracia.