Siguiendo los pasos de su homólogo colombiano, Gustavo Petro, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, tomó partido en el conflicto entre Israel y Hamás, que estalló el 7 de octubre con el ataque perpetrado por el grupo terrorista palestino a territorio israelí en el que murieron más de 1200 personas. Las similitudes son varias. Lula, al igual que Petro, acusó a Israel de “genocidio”, comparó al Estado judío con el nazismo y despertó la simpatía de Hamás al ponerse abiertamente del lado de los islamistas. Sin embargo, hay una diferencia. En Colombia no hubo consecuencias más allá de críticas aisladas de las más importantes figuras de oposición. En cambio en Brasil el tema está cohesionando a los opositores y se vislumbra una respuesta institucional en bloque mediante una solicitud de impeachment a Lula.
Al menos 33 parlamentarios firmaron ya este domingo el pedido que recuerda la abrupta salida del poder de Dilma Rousseff en 2016 cuando el Senado aprobó un juicio político en su contra. Según reseña la prensa brasileña, legisladores de oposición decidieron presentar una solicitud de impeachment contra Lula en la Cámara de Diputados, con Carla Zambelli –del Partido Liberal en el que milita el expresidente Jair Bolsonaro– liderando el proceso.
Impeachment contra Lula ya suma 33 firmas
El pedido se fundamenta en el artículo 5 de la Ley de los Crímenes de Responsabilidad, que establece que haber cometido “acto de hostilidad contra una nación extranjera, expuesto a la República a peligro de guerra o comprometido la neutralidad” son posibles causales para la pérdida del mandato. En este sentido, la diputada federal, Bia Kicis, también del Partido Liberal, anunció que tanto ella como otros parlamentarios están “preparando un pedido de impeachment contra Lula debido a sus actitudes hostiles contra el Estado de Israel”.
Acto seguido, Zambelli publicó en su cuenta de X los nombres de los 33 parlamentarios que ya habrían firmado la solicitud, agregando que la posición que asumió en las últimas horas el mandatario brasileño frente al conflicto entre Israel y Hamás “puede traer serías consecuencias para el pueblo brasileño”. De hecho, las principales entidades israelitas en Brasil condenaron este domingo las declaraciones de Lula y lo acusaron de “ofender la memoria de las víctimas del Holocausto” al abandonar con su posición “la tradición de equilibrio y búsqueda de diálogo de la política exterior brasileña”.
Lula da Silva ha desatado un huracán político en su país en el que ya se contempla el impeachment en su contra, ya que durante su visita Etiopía, donde participa en la 37ª Cumbre Ordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana (UA), dijo a la prensa de ese país que “lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza no es una guerra, es un genocidio”. Por si fuera poco, agregó que la actual guerra en Medio Oriente “entre un ejército muy preparado contra mujeres y niños” no había ocurrido antes en la historia, salvo “cuando Hitler decidió matar a los judíos”.
Lula, otro referente de Hamás
Con esta declaración, el presidente brasileño se sumó junto a Gustavo Petro a la lista de líderes occidentales elogiados por Hamás. Y es que así como en octubre en una cuenta de Telegram a favor del grupo terrorista palestino compartieron las palabras del mandatario colombiano, ahora le tocó el turno a Lula de convertirse en referente ovacionado por los islamistas.
“Nosotros en el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) apreciamos la declaración del presidente brasileño Lula da Silva, quien describió lo que nuestro pueblo palestino está siendo sometido en la Franja de Gaza como un Holocausto, y que lo que los sionistas deben hacer hoy en Gaza es lo mismo que lo que el nazi Hitler hizo con los judíos durante la Segunda Guerra Mundial”, manifestaron los extremistas islámicos en Telegram, aprovechando para pedir a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que tome en consideración la declaración de Lula.