La economía de Estados Unidos rebotó y creció un 7,4% entre julio y septiembre de este año respecto del trimestre anterior gracias a la reapertura y el retorno a una vida más normal tras el encierro en la primavera boreal para frenar la pandemia del coronavirus, una buena noticia para el presidente, Donald Trump , en el cierre de la campaña presidencial.
Pese a la fuerte recuperación que mostró la economía -que equivale a un crecimiento anual inédito del 33,1%, un récord histórico-, Estados Unidos aún no ha terminado de salir del pozo en el que cayó por la pandemia , y las caídas de los últimos días de los mercados financieros marcan un mayor pesimismo de los inversores sobre la reactivación en aras de la nuevas restricciones y cuarentenas que se comenzaron a aplicar en Europa para evitar que una segunda ola de infecciones durante el duro invierno boreal provoque un daño mayor a la primera.
El dato le brinda a Trump un fuerte respaldo para uno de los principales argumentos que ha ofrecido durante la campaña presidencial: que su enfoque para gestionar la economía es mejor que el de su rival demócrata, Joe Biden . Las encuestas indican que la economía es el área en la cual los norteamericanos tienen mayor confianza en Trump, mientras que Biden aparece a los ojos de los votantes mejor posicionado para manejar la pandemia, la salud y las tensiones raciales.
La principal amenaza para la economía continúa siendo la pandemia. El fuerte aumento de los casos de Covid-19 en el medio oeste del país augura un invierno difícil. A eso se suma además que demócratas y republicanos no han logrado acordar un nuevo paquete de estímulo en el Congreso para sostener a la economía. Sin más ayuda federal a la vista este año, Goldman Sachs ha recortado su pronóstico de crecimiento para el cuarto trimestre actual a una tasa anual del 3% desde el 6%.
«Estamos en una trayectoria muy difícil. Vamos en la dirección equivocada», advirtió en estos días el doctor Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas del gobierno federal. Fauci destacó que los casos de coronavirus están subiendo en 47 estados y que los pacientes están desbordando los hospitales en todo el país. Estados Unidos llegará a la elección habiendo registrado más de 9 millones de casos confirmados y con más de 230.000 muertes. El promedio semanal de contagios se ha instalado arriba de los 70.000.
El último dato de la economía encontró a Trump y a su rival, Joe Biden, de campaña en la Florida, uno de los estados pendulares más importantes de la elección presidencial, sobre todo para Trump. Si Trump pierde en la Florida, tiene un camino mucho más difícil de recorrer para llegar a su reelección.
Trump ha acusado a Biden de querer volver a encerrar al país, una decisión que volverá a generar un golpe en la economía. Pero Biden, de campaña en la Florida, un estado crucial en la campaña presidencial, negó que quiera volver a cerrar la economía.
«Como he dicho antes, no voy a cerrar la economía. No voy a cerrar el país. Voy a cerrar el virus. Donald Trump heredó una economía fuerte de Barack [Obama] y yo, al igual que heredó todo lo demás en su vida. Ahora, ha malgastado esa economía, al igual que malgastado todo lo demás», atizó el candidato demócrata, reiterando una de sus clásicas líneas de la campaña.
Trump habló poco sobre la economía en un acto de campaña en Tampa. El magnate ha dicho en su mensaje a los votantes que la elección es entre una nueva era de prosperida bajo su mando o una «depresión económica» con una presidencia de Biden, a quien ha intentado atar al socialismo.
«Esta elección es una elección entre una súper recuperación Trump o una depresión con Biden», ha dicho el mandatario en sus actos de campaña.
La consultora MBA indicó en una nota que espera que el ritmo del crecimiento se desacelere en el cuarto trimestre y a principios del próximo año, pero estima que la expansión continuará, siempre que la actual alza de los casos de Covid no implique nuevos confinamientos. Para el analista Gregory Daco, de la consultora Oxford Economics, el sólido desempeño «da una falsa impresión sobre el verdadero estado de la economía».
Fuente: La Nación